Está integrada por dos cardiólogos electrofisiólogos y cuenta con la tecnología más avanzada disponible en Latinoamérica -sistema carto- para el diagnóstico y tratamiento de las arritmias cardiacas y sus consecuencias. Allí se realizan también implantes de marcapasos, desfibriladores y resincronizadores, según las últimas pautas existentes.
La electrofisiología es un área de especialización dentro de la cardiología que se preocupa del estudio de las arritmias cardíacas. Esta especialidad ha tenido una evolución muy importante en los últimos 20 años en relación a los progresos tecnológicos.
Gracias a la mejor calidad de los catéteres, de los sistemas de análisis electrónico y la creación de la navegación tridimensional intracardiaca es posible, con mucho mayor exactitud a la que existía, diagnosticar, controlar y en ocasiones curar muchas arritmias. Pero, antes de llegar a estas instancias, se debe evaluar cada caso, lo que debe ser realizado inicialmente de forma no invasiva.
Existen varias técnicas y procedimientos que permiten realizar este análisis para llegar a un diagnóstico correcto y poder ofrecer una solución efectiva al paciente.
Las arritmias son variaciones en la frecuencia y regularidad de los latidos cardiacos. Se pueden provocar por estímulos externos o por alteraciones propias del corazón debido a enfermedades.
El corazón tiene un sistema eléctrico propio que le permite regular los latidos, ya sea que estemos en reposo o actividad. Si estamos descansando, latirá más lento; si necesitamos correr o entender algo, latirá más rápido para entregar al cuerpo oxígeno y energía necesaria.
Si el sistema eléctrico del corazón se enferma o la presencia de un infarto o válvula dañada impiden que éste funcione correctamente, pueden aparecer arritmias. Si ocurre, podremos sentir latidos rápidos o irregularidades que pueden causarnos opresión en el pecho, mareos o dificultad para respirar.
Existen varias maneras de clasificar las arritmias, se manifiestan de distintas formas y presentan distintos grados de peligro para las personas. No es lo mismo sentir unos pocos latidos desordenados de vez en cuando que sentirlos todos los días y a cada momento.
En general, la importancia que tendrá la arritmia dependerá de la frecuencia con la que se produzca, la intensidad de los síntomas que aparecen con ella y las condiciones en que está nuestro corazón. Lamentablemente, en medicina no hay certezas absolutas y puede ocurrir que una molestia inocente no lo sea tanto y otra que parece grave, termine en algo banal.
Exámenes que se realizan
Los exámenes que más frecuentemente se utilizan para evaluar de forma no invasiva una arritmia son:
- Holter de Ritmo: Permite un registro prolongado de los latidos cardiacos (habitualmente 24 horas) para lograr pesquisar arritmias en situaciones normales de la vida o durante el sueño
- Test de Esfuerzo: Permite evaluar la respuesta al ejercicio y si las arritmias aparecen durante éste.
- Ecocardiograma: Permite evaluar la estructura cardiaca y poder saber si las arritmias se producen en un corazón sano o en uno que presente alteraciones que se asocien a mayor riesgo.
En algunas ocasiones, la historia del paciente o los exámenes preliminares pueden indicar que es necesario realizar un examen invasivo para sus arritmias, llamado estudio electrofisiológico.
Un estudio electrofisiológico consiste en la introducción, a través de la ingle y en ocasiones el cuello, de catéteres-electrodo hacia el corazón. En palabras simples, estos catéteres son largos alambres cubiertos de plástico que permiten registrar la actividad eléctrica del corazón desde dentro y así poder evaluar los mecanismos y circuitos involucrados en la arritmia de cada paciente. Con la información obtenida es posible encontrar la mejor forma de corregir el problema.
Cómo tratar las arritmias
En el caso de las arritmias, existen distintas alternativas de terapia, y según cada caso, puede ser necesario el uso de una de ellas o combinaciones. Disponemos de:
- Antiarrítmicos: Son medicamentos con capacidad de evitar una arritmia o disminuir su frecuencia de aparición, modificando el funcionamiento del sistema eléctrico del corazón. Éstos son efectivos mientras el paciente los esté utilizando.
- Ablación por radiofrecuencia: Es una técnica terapéutica que utiliza energía entregada por catéteres dentro del corazón. En palabras sencillas, eleva la temperatura del tejido para dañar las proteínas que causan la conducción y de esta forma evitar que la electricidad cardiaca pueda aparecer en ese punto o pasar por ahí como parte de un circuito. La ablación es capaz de curar algunas arritmias (taquicardia paroxística, flutter típico, taquicardia auricular) y en otros casos mejorar parcialmente algunas, para disminuir su frecuencia y mejorar la calidad de vida del paciente.
- Implante de marcapasos: Son dispositivos electrónicos que actúan como un generador de impulsos eléctricos cuando el corazón no es capaz de crearlos. No son capaces de evitar arritmias, sólo de generar latidos cuando el propio corazón no es capaz de hacerlo. En palabras simples, son una batería asociada a un pequeño computador y una antena para recibir información y poder actuar. La antena es el electrodo que se posiciona dentro del corazón para poder leer la actividad eléctrica de éste y poder saber cuándo está y cuándo no está presente. El computador permite poder regular en qué momento la batería debe liberar una pequeña cantidad de energía para activar el corazón y cuántas veces por minuto debe hacerlo. Los marcapasos requieren ser implantados dentro del cuerpo por medio de un procedimiento quirúrgico de mediana complejidad y rápida recuperación.
- Defibriladores automáticos: Los defibriladores implantables son dispositivos bastante más complejos, que permiten monitorizar el corazón, generar latidos y, además, recuperar el ritmo normal cuando se produce una arritmia que podría causar la muerte. En palabras simples, disponen de un marcapaso, pero además tienen una sección de alta energía que es capaz de descargar electricidad dentro del corazón para normalizar los latidos cuando el ritmo cardiaco es muy elevado y no permite que el corazón pueda bombear la sangre.