Provoca disminución del flujo de aire hacia los pulmones.
Una intubación prolongada, una traqueostomía o un traumatismo en la tráquea pueden provocar una
estenosis traqueal, una disminución del calibre traqueal, que se traduce en la disminución del flujo de aire a los pulmones.
Aunque existen estenosis traqueales congénitas, que vienen del nacimiento y que suelen agravarse en el tiempo, la mayoría de los casos son estenosis adquiridas.
“La estenosis adquirida, en la gran mayoría, suele producirse por intubación traqueal prolongada que produce un daño de la mucosa traqueal por el cuff (manguito inflado para sellar la vía aérea), irreversible y que lleva a la cicatrización exagerada y estenosis. Otra de las causas frecuentes es la cicatrización post traqueotomía”, explica el doctor
Patricio Rodríguez, cirujano de tórax de Clínica Las Condes.
Su principal síntoma es la
dificultad en la respiración, el aumento de la frecuencia respiratoria y el
estridor, un sonido agudo, audible, provocado por la dificultad en el paso del aire por la zona estrecha de la tráquea.
Para diagnosticarlo, además de un examen clínico, se quiere conocer si el paciente tiene antecedentes de intubación prolongada, y debe ser sometido además, a exámenes radiológicos (
escáner) y
broncoscopía.
El
tratamiento depende de la severidad de la lesión, su extensión y localización. “Puede ir de una simple dilatación del segmento estenótico, resección quirúrgica, láser y colocación de una prótesis (stent) traqueal”, indica.
Cabe mencionar que en la mayoría de los casos el tratamiento es definitivo, aunque hay algunos pacientes en que se debe repetir el procedimiento (dilataciones) o cambios de la prótesis.