Chile tiene uno de los índices más altos de cálculos a la vesícula a nivel mundial. Si bien, no es posible prevenirlos, sí se pueden evitar complicaciones asociadas como el cáncer o la pancreatitis aguda. Conoce cómo:
Con la ayuda del
doctor José Giordano,
cirujano digestivo de Clínica Las Condes, respondemos las dudas más comunes sobre esta patología.
1. ¿Qué es la vesícula?
Es el órgano encargado de
almacenar la bilis durante los períodos de ayuno. Esta secreción es producida por el hígado para ayudar al procesamiento y absorción de los alimentos en el intestino, especialmente aquellos ricos en grasas. Además, la bilis sirve para excretar sustancias endógenas y libera la hemoglobina, encargada de transportar el oxígeno en la sangre. También sirve para excretar el colesterol y regular sus niveles en la sangre.
Sin embargo, es importante saber que
la vesícula no es un órgano vital y que
su extirpación no produce problemas digestivos perceptibles por el paciente.
2. ¿Qué son los cálculos a la vesícula?
Los
cálculos a la vesícula son
formaciones sólidas que se producen por diversos procesos bioquímicos anormales que afectan a la bilis almacenada en la vesícula biliar. Se puede formar uno solo o cientos de ellos. Se sabe que hay factores asociados como:
- Edad.
- Ser mujer.
- Obesidad.
- Condiciones como la diabetes.
- Cirugías previas del intestino que pueden influir en su aparición.
Cuando estos cálculos obstruyen la salida de bilis desde la vesícula se denomina
colecistitis, una inflamación que se conoce popularmente como “
ataque a la vesícula”.
3. ¿Cuáles son los síntomas?
Si bien existe la posibilidad de que no generen mayores molestias y sean asintomáticos, el síntoma más común de los cálculos a la vesícula es el
cólico biliar, un
dolor intenso -sobre todo después de ingerir comidas abundantes-
localizado bajo las costillas derechas, en la boca del estómago e irradiado hacia la espalda. A veces pueden producir también
náuseas y vómitos. Frente a cualquiera de estas molestias, sobre todo pasados los 40 o 45 años, se debe consultar con un especialista para evitar complicaciones.
4. ¿Cómo se realiza el diagnóstico?
Su detección se hace a través de una
ecotomografía abdominal, que es un examen no invasivo y sin riesgos. Como la presencia de cálculos puede ser asintomática, es importante realizarse este examen al menos
una vez al año en la edad adulta, pues es más común en adultos y adultos jóvenes, aunque pueden aparecer a cualquier edad, incluso en recién nacidos.
5. ¿En qué consiste el tratamiento?
La indicación ante la presencia de cálculos en la vesícula es solo una: extirparla. Es el único tratamiento definitivo para esta patología, ya que no hay cómo disolverlos en forma permanente con algún fármaco. Tampoco sirve sacarlos de la vesícula porque se ha visto que los pacientes vuelven a producirlos al poco tiempo.
En estos casos, la cirugía a elección es la
colecistectomía laparoscópica, una intervención mínimamente invasiva que se realiza con pequeñas incisiones en la zona abdominal y que no requiere más de un día de hospitalización. Esto permite retomar la vida normal de forma rápida, sin mayores impedimentos para el paciente.
6. ¿Qué complicaciones puede haber si no se trata a tiempo?
La acumulación de cálculos en la vesícula puede acarrear otro tipo de complicaciones bastante más graves:
ictericia, pancreatitis aguda y cáncer de vesícula.
La
ictericia se produce porque algún cálculo obstruye el conducto biliar principal que es por donde se excreta la bilis al duodeno. Los síntomas son ojos amarillos, orina muy oscura (como té cargado) y las deposiciones de color amarillento.
La
pancreatitis aguda se produce cuando el cálculo tapa el conducto que drena el páncreas, produciendo dolor en la zona abdominal superior o que se extiende a la espalda y que empeora después de comer. También puede haber fiebre, taquicardia, náuseas, vómitos y dolor con la palpación al tocarse el abdomen. En ambos casos se debe acudir de inmediato al servicio de urgencia.
En el caso del
cáncer de vesícula biliar, generalmente se produce en mujeres después de los 55 años y, en la mayoría de los casos, afecta a quienes han tenido pocos o ningún síntoma.
7. ¿Se pueden prevenir los cálculos a la vesícula?
No,
sólo se pueden evitar sus complicaciones. Por eso, todas las personas después de los 30 años, especialmente las mujeres, deberían hacerse una ecografía del abdomen periódicamente. Muchas personas pueden tener cálculos y no saberlo por no haber presentado síntomas.
La ecografía es la única manera de diagnosticarlos antes de que se presenten complicaciones severas.