Es la enfermedad que más frecuentemente lleva al quirófano a los chilenos. ¿En qué consisten?
“Los cálculos a la vesícula son formaciones sólidas resultantes de diversos procesos bioquímicos anormales, que afectan a la bilis almacenada en la vesícula biliar”, explica el doctor Fernando Maluenda, Jefe del Departamento de Cirugía de Clínica Las Condes.
Según señala este especialista, la vesícula sólo almacena bilis durante los períodos de ayuno, pero no la produce. “La bilis es producida por el hígado. Cuando la comida llega al intestino, especialmente si es comida rica en grasas, estimula a la vesícula para que libere una gran cantidad de bilis que acompañe a estos alimentos y así puedan ser procesados y absorbidos mientras avanzan en el intestino”, aclara.
Los cálculos a la vesícula son tan habituales, que la extirpación de la vesícula biliar es la operación más frecuente realizada en nuestro país.
“Según las últimas cifras disponibles del Ministerio de Salud, el año 2011 se hicieron casi 52.000 colecistectomías en todo el país, la mayor parte de ellas, por vía laparoscópica (82%)”, dice el doctor Maluenda.
Cólico biliar
El cólico biliar, es el síntoma clásico de los cálculos, pero también existe la posibilidad de que nunca generen molestias y ser totalmente asintomáticos. “
El cólico biliar es un dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, que aparece habitualmente, después de haber comido comidas ricas en grasas. Es un dolor continuo, que
puede irradiarse hacia la espalda por el lado derecho y suele acompañarse de sensación de estar muy distendido. Ocasionalmente, provoca
vómitos. Puede desaparecer después de algunos minutos u horas en forma espontánea, o por la administración de antiespasmódicos”, indica este especialista.
Como no siempre produce síntomas, la única manera de diagnosticar con certeza la presencia de cálculos a la vesícula es mediante una ecografía abdominal.