Criptorquidia o testículo no descendido: ¿cómo notarlo?
04 de diciembre, 2018
·Niños
Doctores y enfermeras suelen detectarlo en los controles. Los padres o cuidadores también podrían hacerlo.
La
criptorquidia es una
alteración en el descenso de los testículos que no llegan a la bolsa escrotal. Debería producirse en el último trimestre del embarazo, cuando los testículos descienden hasta el escroto y, luego, el conducto inguinal se cierra para que estos permanezcan en una bolsa fuera del abdomen. Cuando no sucede, puede producirse la
criptorquidia unilateral (uno no baja)
o bilateral (ambos testículos no descienden).
“Cuando hay un trastorno en ese descenso y el testículo queda a medio camino y no alcanzó la bolsa, está sometido a temperaturas que no son las adecuadas y, por tanto, hay una indicación de localizar el testículo, moverlo hacia donde debería haber llegado”, sostiene el doctor
Jorge Godoy, cirujano pediatra de Clínica Las Condes.
Cirugía para criptorquidia
La
cirugía debe realizar alrededor del año de edad y es ambulatoria. Si un niño con criptorquidia bilateral llega a los 10 o 12 años sin haberse sometido a una cirugía, está comprobado que puede ser infértil, pues las células que producen los espermatozoides no se desarrollan adecuadamente cuando los testículos están fuera del escroto.
En general, son los pediatras en las consultas o las enfermeras que realizan control de niño sano las que chequean que ambos testículos estén en la bolsa, pero los padres o cuidadores también pueden notarlo cuando estén bañando al niño. “Debiera ver que las dos bolsas estén ocupadas con los testículos, si no los constatan deben consultar a un especialista”, dice el doctor.
Si el testículo permanece alto está sometido a una temperatura que no es la adecuada, pues debe permanecer en las bolsas a una temperatura 1 ó 2 grados inferior a la corporal. “En esas condiciones permanece con sus características de fertilidad y hormonales conservadas. Si está sometido a temperaturas mayores podemos enfrentar problemas de producción de espermios. Si existe un problema basal, el otro testículo también podría estar alterado y enfrentar tema de fertilidad en el futuro. Por eso, es bueno hacer el diagnóstico precoz y operarlo al año de vida”, enfatiza.