Años atrás, someterse a una cirugía para mejorar el aspecto físico era considerado una vanidad casi inconfesable. Sin embargo, en la actualidad, muchos reconocen en esta especialidad una herramienta para estar íntegramente plenos.
Según explica la doctora Marta Inostroza, cirujano plástico de Clínica Las Condes, si bien hoy las pacientes están más abiertas a someterse y reconocer intervenciones con un fin meramente estético, todavía está implícita la noción de que se trata de algo frívolo o banal. "Es verdad que durante los últimos años hemos evolucionado positivamente en este aspecto, pero todavía algunas mujeres llegan un poco prejuiciadas y con algo de culpa. Sin embargo, al conversar con ellas e indagar qué es lo que buscan en realidad, la mayoría de ellas no pretende quedar convertida en una modelo, sino recuperar el rostro o anatomía que tenían antes y que con el paso de los años o después de los partos, pueden haberse visto afectados", afirma.
En el fondo –sostiene la profesional– uno de los principales motivos de consulta es recobrar algo que les era propio y sentirse mejor con ellas mismas. “Si has tenido hijos y el abdomen te ha quedado feo. Si notas que tus pechos están muy caídos o que tu cara se ve cansada aún cuando hayas dormido lo suficiente, en algún momento puedes llegar a sentir una incongruencia respecto de cómo te sientes interiormente y cómo te ves. Muchas pacientes dicen que se miran al espejo y se desconocen, porque por dentro se siguen encontrando jóvenes y atractivas, pero por fuera eso no se refleja en el cuerpo que tienen; sienten una disociación. Y eso repercute en la autoestima”.
Cambio de actitud
En relación a lo anterior, la especialista asegura que hay un notorio antes y después de las pacientes, pues la timidez que las caracteriza en un inicio, cambia luego de la cirugía. “Se miran al espejo y se ven mejor, por lo que les cambia la actitud. Las ves más desenvueltas y que han empezado a cuidarse más en otros aspectos. De hecho, muchos maridos me dicen que están muy contentos, no porque la señora esté más regia, sino porque tienen un cambio de actitud. Incluso, varios aseguran que han visto mejorar su vida íntima de pareja”.
¿Cuáles son las intervenciones más requeridas en Chile?
Según la doctora Inostroza, estadísticamente las cirugías de cuerpo son las más habituales, lo cual se acerca mucho a lo que ocurre a nivel mundial. “En nuestro departamento se realizan muchas cirugías al año, de las cuales la lipoaspiración y el implante mamario llevan la delantera, al igual como en el resto del mundo. Estas cifras nos permite afirmar que CLC es uno de los centros con más experiencia en el país”, destaca.
En el cuerpo: Las más comunes son la lipoaspiración o lipoescultura, que consiste en la extracción de grasa en ciertas zonas (muslos, caderas, zonas abdominales, piernas, etc.), lo que permite contornear mejor el cuerpo, afinar la cintura, mejorar el volumen de los glúteos y, eventualmente, rellenar labios y surcos faciales.
También están los implantes mamarios que solicitan las mujeres con alteraciones anatómicas producto de los embarazos, cambios sucesivos de peso o menor desarrollo mamario. Por otro lado, también es cotizada la abdominoplastía o cirugía de abdomen.
“Los implantes mamarios se realizan mediante una cirugía de mediana complejidad y la técnica varía según cada caso. Pueden introducirse por la axila, areola o el surco sub-mamario; también ir sobre o debajo del músculo, lo que dependerá de la anatomía y condiciones propias de cada paciente. Gracias a los avances en las técnicas y en los mismos materiales de los implantes, hoy es menos frecuente la contractura capsular o encapsulamiento”.
En la cara: Lo más frecuente es corregir la acentuación de líneas y surcos, es decir, las arrugas que aparecen con el paso de los años y producto de la gesticulación. Los procedimientos ambulatorios, como la inyección de bótox o rellenos para la corrección de labios y líneas, son los que han experimentado el mayor auge durante los últimos años. Las cirugías de mayor envergadura, como el lifting facial, han tenido un aumento más gradual, donde actualmente el plus es la naturalidad.
"Las pacientes buscan verse más descansadas y frescas, no verse más estiradas. Las cirugías faciales hoy se orientan a que las personas no cambien la expresión de su rostro, sino que sigan siendo ellas mismas. Esto es válido incluso en el caso de las rinoplastías –cirugía de nariz– ya que muchas mujeres piden que el cambio no sea tan evidente. La gente hoy se identifica bien con su rostro y lo que quiere es verse mejor, no convertirse en otra persona”, puntualiza la especialista.
¿Qué pasa con los hombres?
La estadística de hombres que recurren a una cirugía plástica se ha mantenido estable en el tiempo. “Este grupo, en su mayoría, quiere quitarse las bolsas de los ojos para no verse tan cansado. También buscan la lipoaspiración de cintura, zona pectoral y papada. Con ello quieren, principalmente, una relación más adecuada con su entorno laboral y personal”.