Es una enfermedad inflamatoria de la piel, muy frecuente, que afecta principalmente el cuero cabelludo y las áreas seborreicas de la cara, donde las glándulas que producen el sebo, están más concentradas y activas. Afecta tanto a niños como a los adultos y es más frecuente en los varones.
Su origen se debe a una composición anormal del sebo y a la presencia de un hongo que reside normalmente en nuestra piel (Pityrosporum ovale). La evolución puede ser autolimitada (cede espontáneamente), intermitente o permanente (crónica).
En los niños, generalmente aparece en el período de lactante, entre los 3 a 8 meses de vida. Se manifiesta por una descamación amarillenta o blanquecina, grasosa y adherente en la parte superior de la cabeza, también conocida como “costra de leche”. Además, puede aparecer enrojecimiento y descamación en los pliegues del cuello, axilas, ingles y detrás de las orejas. En la mayoría de los lactantes no produce picazón y tiende a desaparecer espontáneamente.
En los adolescentes y adultos, la Dermatitis Seborreica frecuentemente aparece en el cuero cabelludo, con leve enrojecimiento, picazón y descamación grasa (caspa grasosa adherida).
En la cara es típico el compromiso de las cejas, zona del entrecejo y alrededor de la nariz y ocasionalmente los bordes de los párpados con leve enrojecimiento y fina descamación blanca.
En los niños deberá usarse vaselina líquida con ácido salicílico en bajas concentraciones en el cuero cabelludo, para retirar la descamación, si ésta es persistente o está muy adherida.
En los adultos se utiliza un shampoo y cremas con medicamentos para eliminar hongos y sólo en casos severos, se utilizan lociones con corticoides, para ayudar a desinflamar la piel.
Si la Dermatitis Seborreica es de curso crónico o severa es aconsejable consultar al dermatólogo, para poder diferenciarla de otras enfermedades que pueden afectar al cuero cabelludo, como la Psoriasis.