Cantidad y tipos de genes que mutan la explican.
El
melanoma es un tipo de cáncer de piel que se origina en
los melanocitos, células de la piel encargadas de producir melanina, pigmento que da color, que nos protege parcialmente de los efectos dañinos del sol y que forman los
lunares. Cuando este tipo de células comienza a crecer de manera descontrolada, se comienza a desarrollar el cáncer.
Tipos de melanoma
¿De qué depende que un melanoma se vuelva agresivo? Según explican los doctores de Clínica Las Condes, la agresividad de un melanoma depende fundamentalmente del grosor de éste, al momento del diagnóstico.
“Técnicamente, se denomina
"Índice de Breslow" y corresponde a una medición del espesor del
melanoma en las distintas capas de la piel, mediante un microscopio. A mayor índice de Breslow, mayor es la probabilidad de que el melanoma se haya extendido más allá de la piel como a los ganglios más cercanos o a otros órganos”, explican los especialistas.
Por ejemplo, un melanoma de menos de 0,8 mm de espesor se considera "delgado" y tiene una muy baja probabilidad de haberse extendido más allá de la piel.
Los melanomas pueden variar significativamente en su
grado de agresividad. Así, hay melanomas muy agresivos como el
melanoma nodular, que crece muy rápido (meses) y desarrolla rápidamente metástasis a los ganglios y órganos distantes.
También hay otros, como el
melanoma tipo lentigo maligno, que es de muy lento crecimiento y que por años puede mantenerse del mismo tamaño (incluso décadas), sin invadir localmente y tampoco hacer metástasis. Este último suele aparecer en zonas de la piel muy expuestas al sol.
“El trasfondo biológico detrás de estos ejemplos corresponde a la presencia de distintas mutaciones en genes específicos que están involucrados en la replicación de los melanocitos”, indican los especialistas. Estas mutaciones pueden ser
hereditarias o adquiridas como lo que ocurre con el daño en el ADN que provoca la radiación ultravioleta. “Según el tipo y la cantidad de genes mutados se expresa un melanoma de mayor o menor agresividad”, señalan.
Pero no sólo depende de los genes, el
sistema inmune del paciente que padece de melanoma también es muy importante. “Se sabe que en aquellos pacientes con deficiencias en la inmunidad presentan tumores con mayor agresividad. De hecho, la mayoría de los nuevos medicamentos para el tratamiento del melanoma avanzado, estimulan la inmunidad del propio paciente para ir controlando la progresión de la enfermedad”, explican los dermato-oncólogos.