En la mayoría de los casos se trata de una caída del cabello localizada y que no está relacionada con el estrés.
Cuando escuchamos la palabra
alopecia, lo primero que se nos viene a la cabeza es la imagen de una persona adulta con calvicie o caída del cabello. Sin embargo, la pérdida de pelo no ocurre sólo en los más grandes, los niños también pueden sufrirla.
“La
alopecia infantil es un motivo de consulta poco frecuente, pero no por eso deja de ser menos importante, sobre todo, considerando que puede provocar alteraciones emocionales en los pacientes”, explica la
doctora María Luisa Sáenz de Santa María Pérez-Cotapos, dermatóloga de Clínica Las Condes.
En los niños, las alopecias pueden ser
congénitas si están presentes desde el nacimiento o
adquiridas si se presentan más tarde durante la vida. “También se pueden clasificar en
cicatriciales o
no cicatriciales, dependiendo si existe o no daño reversible del folículo piloso por lesión en cuero cabelludo”, indica la especialista.
En la mayoría de los casos, las alopecias en los niños corresponden al tipo no cicatricial, son adquiridas y localizadas. La más frecuente la tiña capitis, la alopecia areata y la tricotilomanía.
“La
tiña capitis es una infección micótica del cuero cabelludo. Cuando aparece, se aprecia una placa alopécica con descamación y prurito en la mayoría de los casos. El diagnóstico se confirma con el cultivo de hongos positivo. Con un adecuado tratamiento, la situación se puede revertir sin secuelas”, indica la doctora Sáenz de Santa María.
La alopecia areata, se identifica por placa alopécica redondeada con cuero cabelludo sano. En los adultos, este tipo de alopecia está asociado en la mayoría de las veces a un factor emocional estresante emocional, sin embargo, en los niños, se ha visto mayor asociación con alteraciones autoinmunes que deben ser estudiadas, indica la dermatóloga.
“La tricotilomanía es considerada un desorden mental en donde el arrancamiento del pelo va más allá de un hábito inconsciente, sino que puede corresponder a un trastorno ansioso y/o compulsivo que lleva a una pérdida perceptible del cabello”, dice la doctora.
También existen las alopecias difusas que aparecen como consecuencia de otras enfermedades sistémicas (endocrinas o metabólicas) que también deben ser estudiadas por el especialista, dice la especialista.