Los peligros de las dietas
Anemia, aftas, herpes, arritmia, caída del pelo, cansancio y complicaciones cardiovasculares pueden ser los efectos de una dieta sin asesoría médica. Cuídese.
Camila está aburrida de las manzanas. Ya no aguanta un día más el pollo con lechuga. Lleva una vida entera a dieta y los resultados, en general, han sido mínimos. “Mi casa es diet. Sólo comemos cosas bajas en calorías y la verdad es que el menú es muy poco variado. Es realmente agotador pasar la vida preocupada del peso y no disfrutar de la comida. No somos una familia obesa, son esos pocos kilos de más los que nos tienen esclavizados”, señala a sus 37 años. ¿Qué hacer? La respuesta es clara: Camila debe tomar una hora con un nutriólogo.
“En una dieta, lo óptimo es estar asesorado por un profesional. Cuando alguien hace por sí solo un plan para bajar de peso, puede incurrir en faltas graves”, señala el equipo de nutriología de Clínica Las Condes. “Por ejemplo, una dieta muy alta en proteínas puede dañar los riñones; una que tenga falta de electrolitos puede provocar arritmia; una muy alta en grasas puede traer complicaciones cardiovasculares y una vegetariana no equilibrada o suplementada adecuadamente, anemia”.
Por ésto, si una persona está haciendo una dieta y se siente cansada, débil, tiene falta de concentración, palpitaciones, debilidad en las uñas, se le cae el pelo, está constipado, se resfría mucho o le salen aftas o herpes, debe preocuparse. Estos son signos claros de que algo no está funcionando bien y de que hay que acudir a un especialista.