Especialista recomienda que la práctica es ideal para reencontrarse con la pareja.
Los tiempos han cambiado. Según el estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Chile supera los 80 años de esperanza de vida media. Eso significa que a los 50 años estamos prácticamente pasando la mitad de nuestras vidas.
Con la
sexualidad, pasa algo similar. “Como seres sexuados, expresamos y vivimos nuestra sexualidad desde el nacimiento hasta la muerte”, explica el
psicólogo de Clínica Las Condes, Rodrigo Jarpa, experto en sexología y terapia de pareja que, además señala que los 50 años puede ser un muy buen momento para tomárselo con calma y vivir una sexualidad más tranquila pero no por ello, menos placentera.
“En el contexto de las relaciones de pareja estables, la vida sexual sobre los 50, puede ser un muy buen momento para
dejar a un lado las prisas, la presión por rendir y ser la o él “amante perfecto”. Hay parejas que comienzan
a reencontrarse y a disfrutar de encuentros eróticos intensos, cuidadosos, de profunda conexión y altamente gratificantes”, señala el especialista.
Al mismo tiempo, se comienza a abandonar la tiranía de los ideales estéticos socialmente impuestos. Entonces, dice Rodrigo Jarpa,
los cuerpos excitan y erotizan más que por sus formas; por los significados personales atribuidos, por los placeres e historias compartidas y por lo que hay más allá de las superficies.
A los 50, 60 o 70 años, es útil ampliar las prácticas sexuales y lo que entendemos por sexo, insiste el psicólogo. No debemos limitarnos solo al contacto genital y a lo que hacemos con partes específicas del cuerpo. Este cambio
de creencias es lo que nos permitirá seguir disfruta de la sexualidad sin importar la edad y hasta el fin de nuestros días.
Menopausia y baja testosterona
El sexo a los 20, 30, 50 y 70 años se vive y se expresa de manera distinta, según los cambios fisiológicos que va tendiendo el cuerpo de hombres y mujeres.
Rodrigo Jarpa señala que uno de ellos tiene relación con la
menopausia que para muchos implica el fin de la vida sexual de las mujeres, cuestión que está muy lejos de ser verdad. “Si bien puede haber una baja en el deseo en algunas mujeres, molestias durante las relaciones u otras dificultades, hay otras que no lo experimentan”, dice el especialista. Si efectivamente estas molestias están presentes, con un adecuado diagnóstico médico se pueden manejar de forma muy efectiva.
En el caso de los
hombres, es importante normalizar el hecho de que puedan necesitar de
mayor estimulación. También se debe considerar que su respuesta sexual pueda no ser tan intensa como antes. Ninguna de estas dos situaciones, implican que el placer y la satisfacción sexual disminuyan.
“La disminución gradual de
la testosterona, que generalmente comienza a partir de los 30, puede contribuir como un factor en dificultades relacionadas con la erección. Hay otros factores que inciden como la hipertensión, diabetes, medicamentos, trastornos del estado del ánimo,
tabaquismo, factores psicológicos, etcétera”, indica Rodrigo Jarpa. En el caso de requerirlo, se recomienda la evaluación por parte de un especialista.
Hay que tener presente que los componentes emocionales, vinculares, el contexto y la pareja, juegan un rol importante en la sexualidad humana. Por lo mismo, el placer en las relaciones sexuales, el contacto y la intimidad, no tienen por qué limitarse por estos
cambios fisiológicos, sobre todo considerando que el sexo es más que el contacto general.