Embarazo después de los 50 años: desafíos éticos y psicológicos
24 de agosto, 2018
·Maternidad
Antes de someterse a una fecundación in vitro, la pareja debe ser evaluada y debe entender los riesgos.
A partir de los 40 años, la posibilidad de lograr un embarazo es de apenas un 5% por ciclo, y desde los 45, el riesgo de un aborto espontáneo llega al 95%. Post 50 la fertilidad es casi nula y lograr un embarazo de manera natural es posible, pero extremadamente inusual.
El doctor Gonzalo Duque, ginecólogo y director de la Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Las Condes, señala que un embarazo natural sobre los 45 años "es casi anecdótico".
Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), entre el año 2000 y el 2010 las mujeres que tuvieron a su primer hijo sobre los 45 años aumentaron en un 24%. Si bien, no hay estadísticas, debido a que las posibilidades de tener un hijo bajan con la edad, es muy probable que la mayoría de esos embarazos sea a través de un tratamiento de fertilización asistida.
Para las mujeres sobre los 50 años, los tratamientos de fertilización asistida son la única alternativa de conseguir ser madres, en parte, porque la ley de adopción vigente pide una diferencia máxima de 45 años con el adoptado, lo que implica que una mujer de 50 años sólo puede adoptar niños mayores de 5 años.
Someterse a un método de concepción asistida, no obstante, tiene costos emocionales, económicos y sociales, debido a que tiene mayores riesgos obstétricos, y a las tensiones propias del embarazo se suman el ser considerado una concepción fuera de los márgenes esperados y hasta el entorno reacciona diferente.
“Todo esto hace que haya más ambivalencia y dudas en torno al deseo de ser madre a esa edad. Por eso, lo habitual es que los médicos que se dedican a la fertilidad no se embarquen en ningún tipo de tratamiento hasta contar con un informe previo”, explica el doctor Juan Enrique Schwarze, ginecólogo de la Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Las Condes.
Este informe incluye chequeos, recomendaciones de médicos de otras especialidades (como la medicina materno-fetal) y una evaluación psicológica. Con mayor razón si la FIV es con óvulos donados. “No es menor tener adentro un óvulo con información genética ajena”, dice el doctor Schwarze, por lo que psicólogas evalúan si la pareja va a tener algún tipo de rechazo a eso.
Con todo, el especialista recalca que el que estos procedimientos se hagan cada vez con más frecuencia en mujeres que tienen alrededor de 50 años no implica que estén libres de polémica, pues también deben considerar que están frente a un cuerpo con límites en cuanto a su capacidad de soportar un embarazo y llevarlo a buen término.