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cinta simbolo del VIH

La epidemia de las infecciones de transmisión sexual

17 de diciembre, 2021 Tratamiento y Recuperación
Cada 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, una de las muchas infecciones de transmisión sexual (ITS) que aumentan cada año en Chile y el mundo. Conocer las medidas de prevención es fundamental para evitar el contagio.

Según cifras de ONUSIDA, 1,5 millones de personas contrajeron VIH en 2020 a nivel mundial, una enfermedad a la que han denominado una verdadera epidemia y que siguen en aumentando cada año en todo el mundo y también en nuestro país.

Según el mismo organismo internacional, el año pasado había 77 mil personas –niños y adultos- viviendo con sida en Chile, lo que equivale a un aumento de más del 80% desde el año 2010, siendo el país con mayor número de casos en toda la región de Latinoamérica y el Caribe.

Algo similar es lo que ocurre con otras infecciones de transmisión sexual (ITS), las que siguen afectando cada vez a más personas debido a diversos factores como una baja percepción de riesgo, menor uso de preservativos, falta de educación sexual y medidas de prevención.

Un ejemplo de ello es que, según la última Encuesta Nacional de Salud (2016-2017), solo el 10,1% de la población sexualmente activa había usado preservativo o condón durante los últimos doce meses.

“Muchas de las ITS son completamente asintomáticas para las personas que están infectadas, no pudiendo ser reconocidas por ausencia de manifestaciones físicas, lo que facilita la transmisión a sus parejas”, señala el doctor Reinaldo Rosas, infectólogo de Clínica Las Condes.

Junto al especialista, revisamos cuáles son las infecciones de transmisión sexual más comunes y cómo se manifiestan en cada persona.

ITS más comunes

Infección crónica por VIH

Esta infección es causada por el virus de la inmunodeficiencia humana, el que produce una disminución progresiva de las defensas del organismo, haciéndolo propenso a cuadros infecciosos o tumores que rara vez afectarían a una persona con inmunidad normal. Los únicos modos de transmisión son las relaciones sexuales no protegidas, el más frecuente; a través de compartir agujas con sangre de un portador de VIH; y vía congénita, es decir, de madre a hijo durante el embarazo o el parto.

Es muy importante en la actualidad detectar tempranamente esta infección dada la disponibilidad temprana de tratamiento de alta eficiencia que evita la progresión silenciosa y complicaciones de la enfermedad (SIDA).

Sífilis

La sífilis es causada por la bacteria Treponema pallidum. Existen diferentes etapas de la infección, siendo la primera manifestación clínica la aparición de una úlcera indolora en la zona de contagio (genital, oral u otra) y luego, en las semanas siguientes, habitualmente aparecen manchas en la piel

En etapas más avanzados puede llegar a comprometer piel, mucosas, los ojos, el hígado, huesos, articulaciones e incluso los sistemas cardiovascular y nervioso. 

Gonorrea

Se produce por la bacteria Neisseria gonorrhoeae. Frecuentemente causa síntomas en hombres, pero no así en mujeres, lo que puede dificultar el diagnóstico clínico y facilitar su transmisión. Cuando es sintomática genera abundante secreción mucopurulenta en los genitales, pudiendo presentarse también como un cuadro de dolor abdominal en mujeres acompañado de fiebre, lo que se conoce como pelviperitonitis, infección grave del tracto genital femenino que puede dejar secuelas permanentes, incluida la infertilidad. El tratamiento, para pacientes y sus parejas, consiste en antibióticos inyectables, dado que esta bacteria se ha vuelto multirresistente a las terapias orales en los últimos años.

Virus Papiloma Humano

Existen más de 100 tipos del virus papiloma Humano (VPH), los cuales contagian entre parejas sexuales o de madre a hijo en el canal del parto. Dependiendo del tipo de VPH, se pueden manifestar desde la aparición de verrugas en la zona genital hasta el desarrollo de cáncer cervicouterino, genital, anal o faríngeo. El diagnóstico de lesiones premalignas del cuello uterino se realiza a través del Papanicolaou. La detección del tipo de VPH puede realizarse con técnicas de biología molecular como la reacción de polimerasa en cadena (PCR). En otras lesiones es necesaria la biopsia para determinar el tipo de enfermedad que está causando y descartar la presencia de lesiones malignas.

Virus Herpes simplex

Este virus es muy común en la población pudiendo afectar cualquier parte del cuerpo, aunque con mayor frecuencia las zonas periorales, perianales y urogenitales. Siempre establece una infección crónica latente, con reactivaciones que pueden ser de frecuencia muy variable. Las lesiones son inicialmente tipo vesículas, luego se transforman en úlceras que son muy dolorosas y, finalmente, evolucionan a costras y mejoran. Es muy contagioso, por contacto directo desde una persona portadora a otra que no se haya infectado previamente.

Hepatitis B

Es una de las ITS más contagiosa y transmisible por contacto sexual desde una persona infectada. Produce una inflamación aguda o crónica del hígado. Puede transmitirse también por contacto directo con sangre o fluidos de una persona infectada -a través de agujas o perforaciones en la piel-, o desde la madre al hijo durante el embarazo o en el parto. La mayoría de los pacientes logra una curación espontánea, no obstante, el 5% desarrolla una enfermedad hepática crónica que conduce a un daño irreversible (cirrosis) y cáncer al hígado.

Chlamydia

Es causada por la bacteria Chlamydia trachomatis. Su prevalencia aumenta principalmente en grupos con mayor número de parejas sexuales. Es asintomática en la mayoría de los pacientes pudiendo afectar la mucosa uretral, vaginal, faríngea o rectal. Puede reconocerse por la presencia de flujo genital o uretral anormal. Se diagnostica mediante un examen de PCR en el flujo urogenital (técnicas de biología molecular).

Síntomas de las enfermedades de transmisión sexual

Generalmente las ITS presentan pocos síntomas, dependiendo del tipo de agente infeccioso involucrado. Los signos y síntomas más comúnmente reconocidos son:
 
  • Dolor en la región pelviana o genital, dolor durante la relación sexual o al orinar.
  • Flujo o prurito genital en mujeres, descarga uretral en hombres.
  • Aparición de ganglios en zonas inguinales.
  • Úlceras en el área genital, anal, orofaringe.
  • Lesiones vesiculosas (ampollas) que se convierten en costras en el área genital, verrugas planas o solevantadas.
  • Síntomas generales como fiebre, exantema (rash) generalizado, caída del pelo, ganglios cervicales o axilares.

Causas del aumento de las infecciones de transmisión sexual
 
  • Pérdida del temor al VIH por la disponibilidad de terapia efectiva (ya no es enfermedad mortal diagnosticada y tratada a tiempo).
  • Baja percepción de riesgo, principalmente en adolescentes y adultos jóvenes.
  • Falta de educación sobre prevención de ITS en grupos de mayor riesgo.
  • Baja adherencia al uso de preservativo.

  • Consumo frecuente de alcohol y drogas recreativas
  • en grupos más expuestos.
Un cambio conductual y cultural en relación a la sexualidad

Medidas de prevención
 
  • Las recomendaciones actuales se han adaptado a los cambios de conductas de la población.
  • La vacunación contra la hepatitis B y el VPH es fundamental para todas las personas, ya que, son dos infecciones que producen cáncer y pueden prevenirse con esquemas de inmunización altamente efectivos. Actualmente forman parte del Programa Nacional de Inmunizaciones para los menores de edad, no obstante, la mayor parte de la población adulta no está vacunada.
  • Se recomienda a todas las personas realizarse el examen de VIH como rutinario en sus chequeos, al menos cada 2 años o al iniciar una nueva relación sexualmente activa (puede ser completa- mente asintomático por años). También es recomendable testear en sangre pruebas para sífilis, hepatitis B y hepatitis C, así como realizar estudios de PCR en orina, recto o faringe para chlamydias y gonorrea.
  • El uso de preservativo es fundamental para la prevención de todas las ITS (no solo el VIH) y se recomienda su correcto uso siempre a todo tipo de parejas.
  • Para todas las personas que hayan tenido una ITS y para aquellas que quieren ejercer una sexualidad responsable, además de actualizar sus vacunas y realizarse exámenes preventivos, actualmente se dispone de un tratamiento preventivo anticipado para VIH, que se denomina PrEP (profilaxis preexposición).
  • El tratamiento PrEP, ha demostrado prevenir los contagios de VIH sobre un 96% de las veces, lo que ha permitido usarlo en la población que tiene mayor exposición a contactos sexuales, siendo hoy una medida adicional de prevención fundamental para controlar la epidemia.
  • Estos tratamientos preventivos son indicados por médicos que conocen estas terapias farmacológicas, los síntomas y exámenes para diagnosticar ITS, las medidas preventivas incluidas vacunas y tratamientos para ITS, además de monitorizar en cada control la tolerancia y adherencia a esta estrategia. En CLC los médicos infectólogos de adultos, son los especialistas que se dedican a prevenir y tratar las ITS, trabajando en conjunto con urólogos, ginecólogos y dermatólogos para detectar y manejar precozmente estas enfermedades.
 






 
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Tags: ITS SIDA VIH
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