Por definición, todos los virus mutan. Cada vez que se replican al interior de las células humanas, hay posibilidades de algún cambio en su genoma. Es lo que viene haciendo el virus SARS-CoV-2, el causante de la pandemia de COVID-19, desde que apareció en diciembre de 2019 y la razón por la que en el último tiempo han surgido las variantes británica, brasileña, sudafricana e india. Estas, han hecho que el virus ahora sea más contagioso que el original que se detectó en Wuhan, China.
Para hacer más sencilla su comunicación, la Organización Mundial de la Salud (OMS), decidió que aquellas variantes que representen una preocupación o sea necesario seguirlas de cerca (interés) se denominarán con una letra del alfabeto griego. Es así como la variante británica fue bautizada como Alpha; la brasileña o de Manaos como Gamma; la andina como Lambda y la india como Delta.
Esta última es la que hoy preocupa literalmente a todo el mundo. Detectada por primera vez en octubre del año pasado, hoy ya está presente en 96 países.
Hasta ahora,
Delta es la variante más contagiosa que ha surgido, más transmisible y que más rápido se contagia entre las personas. Según la OMS sería 50% más contagiosa que la variante Alpha.
Los primeros estudios, no concluyentes, muestran que esta variante también podría evadir la respuesta inmune que desarrollan las vacunas, razón por la que en Europa, estarían enfermando y más gravemente, las personas que se han vacunado.
El
doctor Juan Pablo Torres, pediatra infectólogo de Clínica Las Condes, explica que se trata del mismo virus pero con una velocidad de contagia distinto. “La variante Delta es más transmisible y puede contagiar a bastantes más personas. También hay una asociación con más hospitalización y sabemos que puede bajar la cantidad de anticuerpos que generan las diferentes vacunas, pero posiblemente se mantenga un grado de protección que tendremos que ver qué tan menor podría ser”, indica.
El llamado, dice el doctor Torres es a tomar las medidas que sean más efectivas para su contención: que la mayor cantidad de personas estén vacunadas si pueden hacerlo, reforzar las medidas de autocuidado y control de las fronteras porque pueden surgir otras variantes en el futuro. “El autocuidado es el pilar fundamental junto con la vacunación y las medidas como cuarentenas. El contagio principal en estos momentos ocurre en los hogares, eso es lo que nos desafía, cuando estamos con nuestras familias, en ambiente más relajado, nos sacamos la
mascarilla”, indica el especialista.
La
doctora Lorena Tapia, pediatra infectóloga de la Clínica Las Condes, indica que todavía existe poca evidencia para afirmar o negar los niveles de
efectividad de las vacunas contra esta variante. “Hay algunos datos, pero no son de publicaciones o estudios muy robustos, que mostrarían que sí existiría cierta protección contra la variante Delta con Pfizer y AstraZeneca (…) Y también hay algunas notificaciones de que Sinovac también sería efectiva“, señala.