Son parte de las señales de varias enfermedades también, lo que puede confundir el diagnóstico.
El
síndrome de Sjögren recibió su nombre en honor al oftalmólogo sueco Henrik Sjögren, que en los años 30 comenzó a estudiar esta enfermedad autoinmune caracterizada por afectar las glándulas exocrinas, provocando la
sequedad en ojos y boca.
La doctora
María Angela Carreño, reumatóloga de Clínica Las Condes, explica que la enfermedad es crónica, en la cual el sistema inmunológico no reconoce algunos órganos como propios sino que los considera ajenos al organismo y los ataca, los inflama y finalmente los destruye.
“En el caso del Síndrome de Sjögren los órganos más comúnmente afectados son las glándulas exocrinas, en especial, las
glándulas lagrimales y salivales, dando los síntomas más frecuentes que son la no producción de lágrimas y saliva, manifestándose como sequedad de ojos y de boca. En algunas ocasiones puede comprometer otros órganos, como piel, articulaciones, entre otras”, indica.
No se sabe con exactitud la cantidad de personas que tienen esta enfermedad en Chile, pues la sequedad de ojos y de boca es frecuente en personas mayores, aunque no todos consultan para buscar una enfermedad que lo cause. “Además, hay otras condiciones o enfermedades que pueden dar los mismos síntomas. A nivel mundial se señala que lo presenta aproximadamente un 4% de la población”, señala la especialista.
Es recomendable consultar ante la presencia de
sequedad de ojos, boca y otras mucosas para establecer el
diagnóstico, dice la doctora, ya que el síndrome de Sjögren puede presentarse en forma aislada o asociada a otra enfermedad autoinmune, como la artritis reumatoide, la esclerodermia, enfermedades tiroídeas, entre otras. “Además, es muy importante el seguimiento a largo plazo, con el fin de pesquisar eventuales complicaciones u otras enfermedades que se puedan presentar”, indica.
No existe un tratamiento único para esta enfermedad, porque depende de la forma de presentación y los síntomas que tenga el paciente, pudiendo requerir, en ocasiones, tratamiento inmunosupresor prolongado. Aunque, en general, para los síntomas más frecuentes -sequedad de las mucosas- el tratamiento es primordialmente tópico.