Novedosa cirugía resolvió malformación de niña de República Dominicana
05 de septiembre, 2016
·Tratamiento y Recuperación
Amy nació con una obstrucción nasal y vino a Clínica Las Condes para solucionar su problema y volver a respirar.
La
atresia de coanas es una
malformación congénita en la que los bebés nacen con una obstrucción total o parcial entre la nariz y la parte trasera de la nariz (nasofaringe). Este espacio que está por detrás de la nariz, está
cubierto por una placa compuesta por membrana y hueso que impide el paso del aire y no los deja respirar por la nariz.
Amy nació con este problema y a un día de nacer, ya estaba en pabellón para que los médicos intentaran despejar ese espacio.
Yenny Torres, su mamá cuenta que esa fue la primera cirugía. Después vinieron otras cuatro operaciones en Santo Domingo y ocho más en Estados Unidos:
doce cirugías a sus cinco años. Pero ninguna era definitiva y la zona se volvía a obstruir, “
teníamos que velar sus sueños en las noches, cuidando que no se asfixiara. Ese era el principal temor”, recuerda Yenny.
La doctora Constanza Valdés, otorrinolaringóloga de Clínica Las Condes, dice que se estima
que por cada ocho mil nacidos vivos, nace uno con atresia de coana, la que puede ser unilateral o bilateral. Como
los bebés no saben respirar por la boca, esta situación se transforma en una emergencia médica durante el parto.
“
Nos dijeron que había una oportunidad en Chile y no lo dudamos. Nos vinimos a ver a la doctora Valdés. Pusimos nuestras esperanzas en venir acá. No teníamos éxito en ninguna parte…”, recuerda Yenny.
Lo que hizo la doctora Valdés fue operarla con una nueva técnica llamada
“Técnica Endoscópica Transeptal para atresia de coanas”. “Consiste en llegar por dentro de la nariz a la zona afectada. Allí se
retira todo el tejido que está tapando el paso del aire. Cuando ya está abierto el espacio, los bordes de éste se cubren con la misma mucosa de la nariz y queda revascularizado con esto se disminuye la posibilidad que se vuelva a cerrar la neocoana”, explica la doctora Valdés.
Después de dos horas de cirugía, Amy salió del pabellón con su nariz despejada.
Yenny está contenta y muy agradecida. A dos semanas de la operación dice que
“es muy satisfactorio verla respirar por la nariz” y que esta vez “ha sido muy diferente a las otras cirugías”.
Según la doctora Valdés,
esta cirugía debiera ser la definitiva para Amy, aunque debe seguir con los controles en República Dominicana. Como la técnica es nueva,
es importante hacer seguimiento en el largo plazo.