Tumores vasculares nasales: técnica mínimamente invasiva disminuye sangrado y complicaciones
09 de julio, 2019
·Tratamiento y Recuperación
La técnica endoscópica y embolización permiten remover los tumores sin realizar incisiones en el rostro, disminuyendo el sangrado intraoperatorio y los días de hospitalización.
Los
tumores vasculares de nariz corresponden al 0,5% de los tumores de cabeza y cuello. Si bien se trata de una enfermedad poco frecuente, su extracción
vía quirúrgica es un procedimiento delicado que puede implicar transfusiones de sangre y una larga estadía hospitalaria post operatoria.
Gracias a las nuevas herramientas especializadas, esta intervención ha ido evolucionando desde la cirugía abierta a
la técnica endoscópica y de embolización.
“El abordaje endoscópico permite una mejor visualización del tumor, de su extensión, y una mejor resección. Además, existe el componente estético en que no hay que realizar incisiones en la cara”, explica la
doctora Constanza Valdés , otorrinolaringóloga de Clínica Las Condes.
A través de este procedimiento se accede al tumor por vía endoscópica y con la embolización se detiene el sangrado intraoperatorio poniendo pequeñas partículas en las arterias que irrigan el tumor. Con estas dos técnicas la tasa de complicaciones de la cirugía baja considerablemente.
Una de las grandes diferencias de esta cirugía con la abierta, es el sangrado del paciente. En la última podía llegar a sangrar hasta 3 litros en la cirugía, necesitando transfusiones y aumentando los días de hospitalización.
“Mediante el abordaje endoscópico, los pacientes operados han sangrado sólo 200 cc y han acortado considerablemente su hospitalización. Hemos tenido muy buenos resultados, los pacientes se han ido al día subsiguiente de su operación a la casa, sin tapones y sin tener que pasar por la UCI como pasaba con la cirugía abierta. Estas ventajas hacen que la intervención sea algo revolucionario dentro de los tumores vasculares de nariz”, agrega la especialista.
Los tumores nasales tienen una mayor incidencia en hombres después de los 40 años y dependiendo de su tipo se pueden presentar con síntomas como
obstrucción nasal,
descarga posterior,
sangrado,
dolor facial,
rinorrea,
disminución del olfato, entre otros.