Fobias: la tecnología puede ser parte del tratamiento
07 de febrero, 2017
·Tratamiento y Recuperación
Realidad virtual ayuda a recrear el estímulo que causa la fobia, pero en ambiente controlado.
¿Sabes qué es una fobia? “Las fobias son un temor exagerado a un estímulo determinado capaz de generar una reacción emocional y física en la persona que lo sufre como palpitaciones aceleradas, dificultad para respirar, cada vez que se expone a él”, dice el doctor Rodrigo Erazo, psiquiatra de Clínica Las Condes.
No está del todo claro el origen de las fobias, hay varias teorías que intentan explicarlas. A algunas nunca se le encuentra una razón, otras se desarrollan después de un evento traumático.
Lo que sí está claro es que no todas las personas tienen el mismo nivel de síntomas frente al estímulo que las genera: mientras algunos individuos arrancan si están frente a aquello que les produce temor, otros se quedan paralizados.
Dependiendo del tipo de fobia, los pacientes pueden tener más o menos inconvenientes. Si por ejemplo, se trata de una fobia a volar en aviones, basta con que el individuo no se acerque a un aeropuerto y realice todos los viajes que debe hacer por tierra. Pero en el caso de fobias a cosas más habituales como conducir un auto, ascensores o arañas, la situación puede complicar su calidad de vida.
¿Realidad virtual?
En el último tiempo, distintos centros médicos a nivel mundial están utilizando la realidad virtual como parte del tratamiento. En Estados Unidos, por ejemplo, los hospitales de veteranos de guerra la usan para tratar estrés post traumático de los soldados.
¿La razón? La realidad virtual permite recrear el estímulo que causa la fobia, pero en un ambiente controlado y bajo la supervisión de un especialista que está guiando este acercamiento. Si el paciente se siente mal, se puede detener la exposición y reiniciarla las veces que sea necesario. “Lo que se busca es que el paciente controle sus reacciones ante el estímulo, pero en un ambiente controlado. Con el tiempo, se sentirá menos incómodo”, dice el doctor.
En algunos casos el paciente mejora del todo su temor. En otros, aprende a controlar sus reacciones al punto de poder aguantarlas sin que le causen gran interferencia en sus actividades habituales.