Displasia de cadera: a los tres meses la primera radiografía
23 de agosto, 2018
·Recién nacido
A esa edad ya se pueda diagnosticar si existe o no la malformación.
No está claro su origen, pero sí se sabe que es más frecuente en las mujeres. Se trata de la displasia de cadera, una de las malformaciones congénitas más frecuentes entre la población. Se estima que 1 de cada 500 nacidos tiene este problema.
El doctor Joaquín Lara, traumatólogo y jefe del Centro de Cadera de Clínica Las Condes, explica que la displasia de cadera consiste en una alteración entre la cabeza del fémur (extremo redondo del hueso, con forma de bolita) y el acetábulo (la cavidad de la pelvis) no encajan de forma correcta.
Esta alteración provoca que la cadera no funcione correctamente y el cartílago que recubre la articulación se deteriore y, con el tiempo, esa persona desarrolle. “De esta forma, se pierde la congruencia y como la cadera no funciona perfectamente, el cartílago -que es el recubrimiento que tiene la articulación- se empieza a deteriorar y con el tiempo, ese paciente desarrolle artrosis”, dice el especialista.
El doctor Lara señala que, en la actualidad, todos los niños de 3 meses de edad tienen derecho a una radiografía de pelvis para detectar una posible displasia de cadera en forma precoz.
En caso de padecerla, el ortopedista infantil indicará el uso de unas correas especiales que mantienen las caderas en cierta posición de manera que continúe su desarrollo al mismo tiempo que los tejidos blandos que la rodean logren afirmar más la articulación para que no se salga.
Cuando los niños son dados de alta por el ortopedista, la mayoría de las veces pueden llevar una vida completamente normal, pero es importante hacerles un control de caderas cuando llegan a la adolescencia para ver la forma final de estas y recibir recomendaciones de cuidado para evitar cualquier complicación.