Aún no existe un test que permita identificar genes involucrados en esta enfermedad.
Cuando se trata de
cáncer de próstata, se sabe que tener un familiar (papa, hermanos) con esta enfermedad es un factor de riesgo para desarrollarla. En otras palabras, “tener antecedentes familiares de la enfermedad pone a la persona en una condición de riesgo mayor comparado con la población general”, dice el
doctor Christian Ramos, urólogo de Clínica Las Condes.
Sin embargo, este mayor riesgo no es en ningún caso una condena. “Es una condición de riesgo un poco mayor y, por lo tanto, requiere algo más de preocupación. En la práctica, significa que, en lugar de empezar a los cincuenta años con chequeos periódicos, la recomendación es empezar cinco años antes, vale decir, a los 45 años”, dice el especialista.
Según el
doctor Norman Zambrano, urólogo de Clínica Las Condes, existen algunas poblaciones que tienen mayor incidencia de esta enfermedad. “Estados Unidos, por ejemplo, tiene una incidencia significativamente mayor que la nuestra, el doble de Chile. Los asiáticos tienen una incidencia muchísimo menor; los europeos tienen una incidencia que está entre los norteamericanos y nosotros. La raza negra, en cambio, es otro condicionante para el cáncer de próstata”, dice el doctor Zambrano.
A diferencia del cáncer de mama, en el cáncer de próstata aún no se
encuentran marcadores genéticos asociados a la enfermedad. “Ha habido muchos intentos de encontrar genes o alteraciones genéticas o cromosómicas que pudieran relacionarse con la aparición o con el eventual riesgo de tener cáncer de próstata, pero no hay nada categórico demostrado que permita hacer un estudio ya sea en sangre o células”, señala el oncólogo.
Por el momento entonces, no es posible determinar o decir que una persona tiene una mayor o menor riesgo, no existe un examen para ello.
Prevención del cáncer de próstata
Para prevenir el cáncer de próstata las recomendaciones son generales:
• Llevar un estilo de vida saludable.
• Evitar el sedentarismo y la obesidad.
“
No hay estudios que vinculen el alcohol con cáncer de próstata, pero no significa que no influya, solo que no hay estudios que lo vincule”, aclara el doctor Christian Ramos.
“El hábito tabáquico está claramente demostrada su asociación con el
cáncer de vejiga o el
cáncer de urotelio, vale decir con el revestimiento interno de la vía urinaria que va desde la vejiga hasta los riñones, ahí sí hay una clara asociación con cáncer de próstata ha habido algunos intentos de relacionarlo, pudiera tener algún sentido, pero no hay un estudio categórico que así lo demuestre”, insiste el especialista.
“Sabemos que el cáncer de próstata no da
síntomas en sus etapas iniciales. Por eso, el énfasis tiene que estar puesto en la pesquisa, cuando aún está asintomático. En esa etapa, este cáncer es curable y hay tratamientos disponibles”, agrega el doctor Zambrano.
Por otro lado, cuando el cáncer prostático avanza, es posible que de unos síntomas derivados de la localización de donde está la próstata, como dificultad para orinar, algunos cambios en el patrón miccional, infecciones urinarias, orina con sangre, etcétera. “Cuando ya está extendido
(metástasis), el paciente puede presentar síntomas derivados del lugar al que se extendió que habitualmente es el hueso y por lo tanto, presenta dolor óseo”, indica el doctor Ramos.