Con ciertos cambios que sólo requieren voluntad y algo de creatividad, los eventos sociales de fin de año no perjudicarán la salud ni el bienestar.
Los últimos días del año están llenos de celebraciones y encuentros sociales. La lista comienza con los paseos de colegios, graduaciones, fiestas de oficina, Navidad y por último, Año Nuevo y en la mayoría de estas fiestas y reuniones se come, y mucho.
En la Navidad, por ejemplo, se cocina pan de pascua, galletas de jengibre, chocolate, dulces y el más local cola de mono. Recetas que están pensadas más bien para climas donde se necesitan más calorías para enfrentar el frío, pero por tradición o imitación, son un clásico de las mesas chilenas para estas fechas.
Todas estas posibilidades tentadoras, pero muy calóricas pueden ser reemplazadas por otras más saludables y evitar así posteriores arrepentimientos. Se trata de posibilidades más sanas y livianas que además de no contribuir a aumentar los kilos evitarán problemas gástricos provocados por los excesos en el comer y en el beber.
Daniela Ghiardo, nutricionista del Centro de Nutrición y Enfermedades Metabólicas de Clínica Las Condes, aconseja que durante esos días de mucha ingesta de alimentos se evite comer mucho a deshora y se tenga especial cuidado en hidratarse bien con líquidos libres de azúcar. “También es buena sugerencia ingerir algo saludable antes de salir a una gran celebración, para evitar llegar con hambre y comer demasiado”, dice la profesional. Además, agrega que se pueden hacer pequeños cambios en los menús de fin de año para hacerlos más saludables. Eso, más un poco de creatividad, hará una diferencia notable en favor del bienestar de los comensales.
Algunas ideas
Una sugerencia es
controlar la ingesta de alcohol, ya que no sólo las grandes cantidades son perjudiciales para el hígado, sino que además es muy calórico y estimula el apetito. “Es verdad que se toma mucho champagne, pero este se puede presentar con pedazos de frutillas naturales en las copas en lugar de una cuchara de helado”, dice la nutricionista y hace notar que el tradicional cola de mono es elaborado en base a leche condensada y aguardiente, dos ingredientes muy calóricos. Añade que por no considerarse alimento,
los alcoholes no informan de su valor energético, “pero éste es alto”.
Otra alternativa es el vino chardonnay sour con endulzante. En la cena, también se pueden llevar a cabo acciones que no perjudicarán su atractivo, pero las harán más livianas. La elección de
carnes blancas, rojas magras o pescados es una excelente forma de celebrar sin tantas calorías. “Incluso el salmón, que aunque tiene más calorías, es sano, ya que tiene alto contenido de omega 3”.
Las salsas que acompañan estas carnes pueden ser livianas. “Es mejor una, por ejemplo, en base a ciruelas y manzanas, por ejemplo, que las que tienen cremas”, plantea.
Para acompañar,
las ensaladas son una excelente opción, ya que son frescas, “mucho mejor que el clásico choclo con crema o las papas duquesas”.
Es muy difundida la costumbre de servir helados o tortas de postre, pero si se quiere no optar por calorías vacías,
una excelente alternativa son las frutas, que pueden presentarse en atractivas, coloridas y alegres brochetas decoradas con mostacillas de colores o coco rallado para los niños.
Otra opción son los helados y las conservas de frutas libres de azúcar, sugiere Daniela Ghiardo.
Cambio de hábitos
Estos consejos, señala la profesional, se pueden adoptar durante todo el año y de ese modo comenzar a adquirir hábitos que eleven la calidad de vida.
Reemplazar las bebidas azucaradas por otras libres de azúcar es siempre conveniente, como también lo es
bajar la cantidad de sal, de aderezos calóricos y las difundidas frituras.
Si ya se cometieron excesos que dejaron huella a nivel de la cintura, se pueden tomar algunas medidas para remediar la ingrata situación. La nutricionista aclara que no sirven las dietas relámpago ni los sentimientos de culpa. Por el contrario, puede ser una excelente ocasión para
preferir verduras y frutas “que abundan en los meses de verano y que además tienen la cualidad de mejorar la digestión”.
También
se puede bajar paulatinamente el consumo de sal y azúcar, beber abundantes líquidos, pero no saltarse ninguna comida. “Hay que ser siempre rigurosos, con los horarios”, dice Daniela Ghiardo.