Son múltiples los beneficios que tienen los alimentos probióticos ya que, al estimular el sistema inmune, fortalecen las defensas del organismo. ¿Dónde los puedes encontrar? Principalmente en la sección de lácteos refrigerados.
¿Te has preguntado alguna vez qué contienen esas botellitas que se venden en la sección de productos lácteos de supermercados a los que la publicidad atribuye tantos beneficios? Se trata de las bebidas probióticas, un alimento formulado en base a microorganismos vivos seleccionados, fundamentalmente bacterias (lactobacilos o bifidobacterias), que se adicionan para contribuir a estimular las defensas del organismo.
Estas bacterias que vienen “incluidas” en estos productos, tienen ciertas características particulares, como existir naturalmente en la flora microbiana intestinal, permanecer vivas durante el tránsito por el intestino delgado y colon, tener buena capacidad de adherencia al epitelio intestinal y no ser patógenas.
¿Cómo actúan? Según explica la doctora Ada Cuevas, nutrióloga de Clínica Las Condes, la flora intestinal humana está compuesta por distintas bacterias “buenas”, que cohabitan en su debida proporción, de manera que exista un cierto equilibrio. Los probióticos son un verdadero ecosistema que ayuda a mantener este adecuado equilibrio colonizando el tubo digestivo, por lo que mejoran las defensas contra otros microorganismos, colaboran en la digestión de los alimentos y disminuyen la sintomatología alérgica, por nombrar sólo algunos beneficios.
“Si bien existen probióticos en condiciones naturales, como en la leche, yogurt, quesos, aceitunas, soya, cereales y otros, la concentración de ellos es baja y no se logra conseguir un efecto clínico relevante. Por eso se han desarrollado preparados farmacológicos (en forma de cápsulas, por ejemplo) y alimenticios (bebidas lácteas probióticas)”, agrega.
Es que los productos lácteos constituyen un excelente vehículo para los probióticos, ya que los protegen de los elevados niveles de ácido de nuestro estómago y de la concentración de bilis del intestino, que pueden dañar o eliminar a muchos de los probióticos que ingerimos. Es decir, consumir probióticos en lácteos aumenta la posibilidad de que las bacterias beneficiosas sobrevivan a su paso por el intestino.
Contra diarreas, colon irritable y otros
Los malos hábitos alimenticios, el estrés, el consumo de antibióticos y las inmunodeficiencias transitorias o crónicas, entre otros, son factores que afectan directamente a la flora intestinal. Los alimentos probióticos, además de estabilizarla, también son capaces de estimular la producción de anticuerpos y reforzar el sistema inmune.
Así, hay estudios que demuestran la eficacia de estos componentes en la prevención y disminución en el tiempo de diarreas agudas en adultos y niños y aquellas asociadas a antibióticos o rotavirus.
También hay estudios que sugieren que estos microorganismos ayudan a combatir el síndrome de colon irritable, estreñimiento, enfermedad de Crohn, desórdenes inmunológicos, gripe, además de la reducción del riesgo de cáncer de colon. En forma adicional, los probióticos han demostrado efectos beneficiosos en la intolerancia a la lactosa, en la mejora de absorción de calcio y en la reducción de la extensión y síntomas de la alergia alimentaria, entre otras. “Se están estudiando otros posibles beneficios, por ejemplo, en pacientes con hígado graso, enfermedad metabólica e incluso obesidad”, agrega la doctora Cuevas.
En general se recomiendan a personas con la inmunidad deprimida pero, a juicio de la especialista, el ideal es consumirlos bajo supervisión médica para pesquisar el origen del problema y descartar que no haya algo más de fondo. Esta indicación es indispensable para los inmunocomprometidos severos (como quienes tienen leucopenia grave o están recibiendo quimioterapia).
Probióticos y alergias
En el ámbito de las alergias, cada vez más frecuentes en Chile y el mundo en general, los probióticos juegan un rol determinante. Es que una de las formas de prevenirlas es con el fortalecimiento del sistema inmunológico, lo que se puede lograr a través de una buena nutrición y del uso de estos.
“En algunos casos se ha demostrado que el consumo de alimentos probióticos ha producido una disminución de los síntomas de dermatitis atópica y han sido capaces de retrasar su aparición, incluso por varios años. Sin embargo, no hay que olvidar que siempre es necesario consultar a un especialista respecto de los tratamientos y la prevención”.
Beneficios de los probioticos
- Estabilizan la flora intestinal.
- Estimulan las defensas del organismo.
- Ayudan a combatir los síntomas de la enfermedad de Crohn y el colon irritable.
- Contribuyen a evitar el estreñimiento.
- Disminuyen el tiempo de duración de la diarrea aguda por rotavirus.
- Reducen el tiempo y los síntomas de alergia alimentaria.
- Disminuyen los síntomas posteriores al consumo de lactosa (como diarrea y dolor abdominal) en personas que tengan intolerancia a este compuesto de la leche.
- Reducen la diarrea por antibióticos, que alteran el equilibrio de la flora intestinal, la que es restaurada gracias a los probióticos.
- Reducen la diarrea del viajero, provocada por comer alimentos contaminados.
- Permite reducir la dermatitis atópica en lactantes alérgicos.
Prebióticos v/s probióticos
Muchas veces los hemos oído nombrar por separado, pero es probable que no conozcamos sus diferencias…
Los alimentos probióticos son aquellos en los que existen bacterias que ayudan a reforzar nuestro sistema inmunológico, las cuales “sobreviven” a la digestión y llegan vivas al colon, ayudando a restituir la flora intestinal que pueda haber sido alterada por alguna causa. Este tipo de alimentos son, por ejemplo, las bebidas lácteas o los yogurts.
Los alimentos prebióticos estimulan el crecimiento de las bacterias beneficiosas en el colon. A diferencia de las bacterias vivas de los probióticos, los prebióticos son sustancias sin vida, que complementan energéticamente a las bacterias beneficiosas. Estas sustancias son añadidas a algunos alimentos (sobre todo cereales y harinas) para fomentar el desarrollo selectivo de nuestra flora intestinal.
Un alimento prebiótico sirve para potenciar otro probiótico; es decir, son complementarios.
¿Cuál elegir?
Para obtener todos los beneficios de estos preparados, lo ideal es consumir un producto que contenga 10 elevado a 7 bacterias vivas por centímetro cúbico. ¿Cómo saberlo? Leyendo con detención las especificaciones de las etiquetas.