El tratamiento de esta condición incluye medicamentos como medidas en la dieta.
El reflujo es una condición fisiológica que todos tenemos. Cuando aparecen síntomas o complicaciones asociados, se le denomina enfermedad por
reflujo gastroesofágico. Ésta es una enfermedad digestiva en la que la regurgitación de ácido o bilis desde la cavidad gástrica irrita el revestimiento del esófago. Puede manifestarse a nivel esofágico, como
ardor, regurgitación, náuseas,
dificultad o imposibilidad para tragar (disfagia) ,
hipersalivación y dolor torácico.
“También puede haber síntomas extraesofágicos como tos crónica, laringitis, disfonía, sinusitis, erosiones dentales, obstrucción bronquial, asma incluso neumonías por aspiración”, explica la doctora
Andrea Jiménez, gastroenteróloga del Centro Médico de Peñalolén de Clínica Las Condes.
La
obesidad central o abdominal, alimentos ácidos o irritantes, hábitos como el consumo de tabaco y alcohol y determinados fármacos que contribuyen a disminuir la presión del esfínter esofágico inferior, están entre los factores de riesgo del reflujo gastroesofágico. De acuerdo con la especialista, entre los
alimentos que deben evitarse está el café, el chocolate, la menta, los aliños como ajo, la cebolla y el ají, además de comidas ricas en grasa, frituras, bebidas carbonatadas, cítricos y salsas.
Tratamiento para el reflujo gastroesofágico
Su tratamiento incluye medidas higieno-dietéticas y farmacológicas. Requiere cambio de hábitos como evitar comidas abundantes, no acostarse hasta al menos 2 a 3 horas después de haber comido, controlar el sobrepeso, evitar el uso de ropa ajustada, eliminar o reducir el consumo de tabaco y alcohol, además de evitar los alimentos mencionados.
En cuanto al manejo farmacológico, lo principal es controlar el pH intragástrico, lo que permite la curación de la mucosa y el alivio sintomático, “utilizando antiácidos y alginatos, antagonistas de los receptores de histamina y los Inhibidores de la bomba de protones, siendo el más conocido el omeprazol”, explica la doctora.
“En el caso del reflujo gastroesofágico sin complicaciones, se puede tratar sólo con mantención en las modificaciones del estilo de vida y uso de fármacos a demanda según la presencia de síntomas. En casos de reflujo gastroesofágico de tipo erosivo o complicado, debe evaluarse una terapia de mantención con fármacos”, agrega.
De no tratarse, un reflujo gastroesofágico puede terminar en esofagitis, úlceras esofágicas que pueden derivar en hemorragia e incluso perforación, estenosis esofágica por cicatrización, esófago de Barrett y adenocarcinoma esofágico.