Implantes dentales: más que una solución estética
09 de agosto, 2016
·Tratamiento y Recuperación
Recuperar una pieza dental perdida puede hacer una gran diferencia en términos físicos y emocionales.
Los
implantes dentales están hoy, entre los tratamientos ideales para reemplazar la pérdida de una o más piezas dentarias. Se trata de la instalación de un tornillo de titanio en el hueso de la mandíbula o del maxilar, mediante un sencillo procedimiento quirúrgico.
Los doctores
Rodrigo Bravo y
Marcelo Mardones, cirujanos maxilofaciales de Clínica Las Condes, explican que al instalar el tornillo de titanio, se produce una integración al hueso, que permite que el implante sea una “nueva raíz” para un diente.
El tratamiento posee dos fases: la instalación quirúrgica del implante y la rehabilitación o confección de la corona del diente.
“Estas fases del tratamiento con implantes requieren de un período de tiempo para que se produzca la adhesión del tornillo de titanio al hueso, por lo tanto, en una primera instancia se debe instalar el implante y luego esperar entre 3 a 6 meses para que se produzca esta integración ósea. Pasado este tiempo comienza la fase de rehabilitación, donde se toman moldes que se envían al laboratorio para la confección de la corona o parte visible del diente”, indican.
Se recomienda hacerlos en todos los pacientes que hayan perdido alguna pieza dentaria y que posean una cantidad de tejido óseo suficiente para la instalación de este elemento y que además, tengan una adecuada condición médica general.
“Si el paciente no posee el volumen adecuado de hueso para instalar un implante, existen cirugías complementarias para recuperar o ganar tejido óseo”, señalan los doctores. Estas cirugías, en general, corresponden a injertos óseos, donde se le injerta hueso al paciente para recuperar el volumen perdido y así permitir la instalación de un implante.
Sí se debe tener consideración especial con pacientes fumadores, que tengan condiciones que afecten al tejido óseo y su cicatrización, como la osteoporosis o diabetes descompensada, o que estén en tratamiento con medicamentos que afecten el metabolismo óseo (bifosfonatos).