Este sábado 1 de abril, se producirá el cambio de hora, que implica pasar del “horario de verano” al de “invierno” lo que podría tener efectos en la salud de las personas, la mayoría de las veces tolerable
Desde el equipo del
Centro del Sueño de Clínica Las Condes, señalan que “
la mayoría de las personas adultas no tiene grandes problemas con el cambio de horario. En los niños pequeños puede haber problemas porque va a cambiar la disposición de la luz, aumenta la luz matinal y disminuye la de la tarde, sobre todo en este horario de invierno, pero la mayoría de las personas se adapta fácilmente”.
¿Qué hacer para mitigar los efectos?
Sin embargo, quienes podrían tener problemas son niños pequeños, adultos mayores y personas que toman fármacos para dormir o que tienen enfermedades que alteran el ritmo circadiano, ya que para ellos la adaptación podría ser más compleja, por lo cual, los especialistas recomiendan desde ya
adelantar 15 minutos el horario para acostarse cada día por 4 o 5 días antes del cambio y así levantarse más temprano, “para que el día que cambie la hora ya esté hecho este cambio cerebral”, indican.
Asimismo, explican que “el cambio de horario es como el
jet lag, es como viajar. Lo que pasa es que el cambio es un solo huso horario. Cuando uno viaja a Europa y cruza el Atlántico, hay cinco husos horarios, entonces ahí se nota. Sobre cuatro husos horarios se nota realmente el cambio, en la mayoría de las personas”.
Síntomas
En esa línea, agregan que “cuando es un solo huso horario, la mayoría de la gente se adapta en uno o dos días, tiene un poco de
dolor abdominal, sensación de malestar, náuseas, falta de apetito e irritabilidad. Algunas personas lo sienten durante uno o dos días y después se recuperan solos”.
Cabe señalar que el “horario de invierno” es el que más se acerca a nuestro país por su ubicación en el planeta, el cual privilegia la luz de la mañana y, por lo tanto, realizar actividades en ese periodo del día.
Los expertos precisan que “uno empieza a funcionar con la luz, entonces tomar desayuno a oscuras, cuando ocurre el otro cambio, de invierno a verano, uno empieza a levantarse de noche. Lo que pasa es que, en el cerebro, las hormonas relacionadas al despertar y el apetito se secretan con luz y si está oscuro no vas a tomar desayuno, vas a tomar igual a las 08:00 horas, porque a esa hora no te va a dar hambre, porque funcionamos con los ritmos del día y la noche”.
Posible solución
Además, indican que una posible solución sería “que en invierno los niños entraran un poco más tarde al colegio y en verano un poco más temprano y que las actividades laborales también tuvieran ese ciclo del día y la noche, más que cambiar el horario artificialmente”.