En seis años, programa ha logrado que el 70% de las personas a las que se les detectó cáncer se le extirpara en la colonoscopía. Nivel de éxito es similar al que tienen países como Estados Unidos o Japón que poseen un plan nacional de prevención de este mal.
Por diario La Tercera
En el año 2009, el
Ministerio de Salud y la
Clínica Las Condes firmaron un convenio de cooperación con la
U. Médica y Dental de Tokio (Japón) para iniciar el primer programa piloto en todo el país de detección precoz de cáncer de colon en mayores de 50, acuerdo que además incluía capacitación a médicos.
Hoy, a seis años de ese compromiso,
16 mil personas han sido evaluadas gracias a este programa bautizado como Prenec, Prevención de Neoplasias Colorrectales.
A todos se les realizó un test de sangre oculta en deposiciones (colon check), y si resultaba positivo, se indicaba una colonoscopía. Con este examen de imágenes se puede determinar si existe algún pólipo o crecimiento de células cancerosas en el colon y extirparlas en el mismo momento del diagnóstico.
De los 16 mil pacientes, 3.200 tuvieron que ser derivadas a una colonoscopía. De estas, en 1.600 se detectaron pólipos y en otras 147 cáncer.
Gracias a este chequeo preventivo, el 70% de los pacientes a los que se les detectó cáncer pudieron extirparlo en el mismo momento de la colonoscopía, sin necesidad de cirugía ni quimioterapia.
“Cuando se trabaja en programas de detección precoz el tratamiento para cáncer colorrectal, ya no es la costosa y riesgosa quimioterapia ni la cirugía, sino que la endoscopía el que se instala como tratamiento estándar, de menos riesgo y ambulatorio”, dice
doctor Francisco López,
coloproctólogo de Clínica Las Condes.
Este mismo nivel de éxito es el que tienen los países desarrollados como EE.UU. y Japón, en los que existe un programa nacional de prevención de este tipo.
“La mortalidad de los que se operan es del 50%. Los pacientes que se someten a endoscopía y se les extirpa el cáncer en ese momento, se curan en un cien por ciento. Ya no tienen ese cáncer”, dice López.
Es más, a quienes les fueron extirpados los pólipos, ni siquiera tienen posibilidad de hacer un cáncer porque el precursor de la enfermedad ya no está presente. Aunque estén libres de ese cáncer y de pólipos, estos pacientes deben seguir controlándose.
Capacitación
López también destaca la capacitación que tuvieron los médicos que participaron del programa.
“Los especialistas chilenos que han sido capacitados por Prenec no sólo han salvado vidas evaluando a más de 16.000 personas, además se han capacitado igualando sus estándares de calidad a los de centros endoscópicos japoneses “, dice. Esto es importante, insiste López, porque junto con el equipamiento que permiten estos exámenes, deben haber médicos capaces de interpretar las imágenes y actuar en el momento adecuado.
En la actualidad, este programa funciona en el Hospital
Clínico de Magallanes Lautaro Navarro (Punta Arenas), el
Hospital Eduardo Pereira de Valparaíso y el
Hospital San Borja Arriarán (Santiago). Los convenios con hospitales Antofagasta, el Instituto Nacional del Cáncer, Concepción, Coquimbo y Osorno ya están firmados.
Establecimientos de las regiones de
Valdivia e
Iquique se incorporarían a mitad de año. El programa ha despertado el interés de expertos de
Ecuador y
Colombia, por lo que la experiencia ya se está replicando en estos países.