El linfoma es el tercer cáncer más frecuente después de la leucemia y los tumores del Sistema Nervioso Central. Sin embargo, es altamente curable. Conoce a continuación cuáles son los más recurrentes en niños y sus tratamientos.
El
linfoma es una enfermedad maligna, tipo cáncer, que compromete los
ganglios linfáticos que están distribuidos en todo el cuerpo, especialmente en cuello, axila e ingles y que, por lo general, tiene un buen pronóstico luego de su tratamiento.
La principal manifestación es el
aumento de tamaño de los ganglios visibles en cuello, axila e ingles o, a veces, dentro del tórax o del abdomen. Se trata de un aumento de volumen significativo, en general mayores de 2 cm, son indoloros y se mantienen a lo largo del tiempo, más allá de 15 días.
Además, pueden presentarse signos como:
- Fiebre.
- Baja de peso.
- Sudoración.
- Crecimiento del bazo o hígado.
“Esto debe motivar la consulta de su pediatra, quien solicitará exámenes o derivará directamente al especialista en caso necesario”, explica el
doctor Juan Quintana, pediatra y oncólogo infantil de Clínica Las Condes y
Centro Médico Chicureo.
En niños, existen dos tipos de linfomas que se presentan con mayor frecuencia:
Linfoma de Hodgkin y linfoma No Hodgkin, que tienen algunas diferencias clínicas que destacar.
¿Cómo reconocerlos?
El especialista detalla las características que permiten detectar de qué tipo de linfoma se trata:
- El linfoma Hodgkin, en general, es de crecimiento lento; habitualmente meses. Localmente se trata de un grupo de nódulos duros redondeados, que ruedan libres entre ellos como un saco de nueces.
- En cambio, el No hodgkin consiste en varios nódulos unidos entre sí, como un conglomerado de ganglios que están pegados; no duelen y el crecimiento puede ser muy rápidos días o semanas.
Causas o factores de riesgo del linfoma
“La causa del linfoma, así como del cáncer en general, no es conocida. Hay una mayor incidencia en
relación con algunas infecciones virales como el Epstein Barr o VIH”, afirma el pediatra.
Agrega que es un poco más frecuente en hombres y que se presenta entre los 2 y los 15 años. “En el primer año de vida son muy poco frecuentes y, en particular los linfomas de Hodgkin, empiezan generalmente alrededor de los 3 o 4 años”, señala.
Diagnóstico
Se hace con la historia clínica, examen físico, exámenes de laboratorio e imágenes de radiografía,
Scanner,
PET/CT,
resonancia magnética y
biopsia con citometría de flujo que confirma el diagnóstico.
El oncólogo infantil advierte que “
el diagnóstico precoz es muy importante en el pronóstico, ya que no es lo mismo tratar un linfoma localizado en un solo territorio a uno diseminado en la médula ósea o en sistema nervioso central, que requiere un tratamiento muy intenso e incluso a veces
trasplante de médula ósea”.
Tratamiento
El tratamiento del linfoma, según afirma el doctor Juan Antonio Quintana, depende del tipo, ubicación y grado de extensión.
“El gran elemento terapéutico es la
quimioterapia, en algunos casos se utiliza la
radioterapia. Así también, la
cirugía muy importante y a veces muy útil por la resección, especialmente en los casos en que el linfoma está asociado a obstrucción intestinal”, dice el doctor.
El médico puntualiza que, en nuestro país, los esquemas de quimioterapia para linfomas son basados en esquemas alemanes conocidos como BFM (
Berlín Frankfurt Munster), que son reconocidos internacionalmente como uno de los mejores esquemas de tratamiento.
Agrega que la quimioterapia, en general, es bien tolerada y que es administrada a través de un catéter subcutáneo central, de tal forma que permite tener una vía segura fácil de llegar y que no requiere múltiples punciones endovenosas. Se hace en parte hospitalizado y en parte ambulatorio.
Por su parte, la radioterapia se reserva para los casos más avanzados o aquellos que tienen compromiso del Sistema Nervioso Central.
Pronóstico
Los linfomas son patologías altamente curables. Los estadios localizados, que corresponden a los que se diagnostican precozmente, la sobrevida es superior al 90%; en cambio, los diagnósticos tardíos con casos más avanzados, la sobrevida es del 70%.