Después de años de sufrir por amigdalitis recurrentes y adenoides que le afectaban severamente su día a día, Amapola Avis (4) fue sometida a una cirugía que le permitió volver a tener una vida normal tras una rápida recuperación.
Desde que nació la pequeña Amapola, su mamá notó que
roncaba demasiado mientras dormía y
se obstruía con mucha facilidad, pero nunca le dio mayor importancia. Sin embargo, al cumplir los dos años el problema continuaba y los cuadros de resfríos se hicieron cada vez más seguidos.
“Me decían que era una faringitis o amigdalitis y me daban tratamiento para eso, pero nada más”, cuenta Italia Folch, su mamá. Así siguió hasta que, en abril del año pasado, la situación empeoró y Amapola no paró de enfermarse todos los meses, incluso con fiebre muy alta.
“Tenía tanta secreción que apenas podía respirar. Además, vomitaba y le costaba mucho comer por el nivel de obstrucción. No podía dormir acostada, le daban apneas y roncaba mucho, por lo que yo tenía que dormir con ella todas las noches. Era muy angustiante, porque hacía crisis tras crisis. Después de pasar por muchos servicios de urgencia, finalmente me derivaron a un otorrinolaringólogo, quien me dijo que era necesario una cirugía porque, en su caso, los medicamentos eran solo paliativas y no solucionarían el problema. Yo estaba desesperada”, comenta Italia.
Amapola sufría de
apnea obstructiva del sueño e
hipertrofia de adenoides y casi no tenía espacio para respirar. Luego de ser sometida a una cirugía en Clínica Las Condes, Italia notó de inmediato los cambios en su hija. “Honestamente, hasta antes de la operación vivía una angustia permanente que arrastré por mucho rato. Después de la cirugía la sentí con más fuerza y ha habido cambios que pueden parecer muy simples, pero para nosotros son inmensos. Luego de mucho tiempo pude sacarle los tres almohadones de la cama y durmió perfecto, sin roncar y sin apneas. Además, el mismo día de la operación ya estábamos de vuelta en la casa, porque fue una cirugía ambulatoria y Amapola tuvo una rápida recuperación.
“Honestamente, hasta antes de la operación vivía una angustia permanente que arrastré por mucho rato. Después de la cirugía la sentí con más fuerza y ha habido cambios que pueden parecer muy simples, pero para nosotros son inmensos. Luego de mucho tiempo pude sacarle los tres almohadones de la cama y durmió perfecto, sin roncar y sin apneas. Además, el mismo día de la operación ya estábamos de vuelta en la casa, porque fue una cirugía ambulatoria y Amapola tuvo una rápida recuperación.”.
“Verla dormir de guatita es una imagen muy simple, pero para mí es algo enorme. Estoy agradecida de Dios y de todo el camino que hemos podido andar. Antes no podía comer, ahora rápidamente se puede alimentar. Ella está recién naciendo. Ahora sonríe y eso para mí es un descanso enorme. Es otra niñita. Además, a mí también me va a mejorar mi bienestar”.
Diagnóstico y tratamiento
El
doctor Luis Cabezas, otorrinolaringólogo de Clínica Las Condes , fue quien estuvo a cargo de la cirugía. “Amapola sufría de
apnea obstructiva del sueño e hipertrofia adenoamigdaliana obstructiva, por lo que fue necesario realizar una
amigdalectomía y una
adenoidectomía. Afortunadamente, la cirugía no tuvo complicaciones y la evolución fue dentro de lo esperado, por lo que la paciente fue dada de alta solo con un régimen de alimentación de comida molida, fría o tibia, por dos semanas, además de analgésicos para evitar molestias al tragar”, explica el especialista.
¿Qué son las amígdalas y los adenoides?
Forman parte de un anillo de protección y defensas del sistema inmune que se llama anillo de Waldeyer. Las amígdalas se encuentran en la entrada de la vía digestiva, a ambos lados de la base de la lengua, mientras que los adenoides están en la entrada de la vía respiratoria, en la rinofaringue, que es al fondo de la nariz y por encima del paladar.
¿Quiénes son candidatos a esta cirugía?
La amigdalectomía se realiza a aquellos pacientes que presenten una hipertrofia oclusiva, es decir, un aumento de tamaño de las amígdalas que les dificulta el dormir bien y la alimentación, y también a pacientes con infecciones amigdalianas a repetición. En el caso de los adenoides, se operan cuando presentan un tamaño que impide respirar bien, niños con sinusitis a repetición o pacientes que presentan otitis en forma reiterativa.
¿Quiénes y cuándo se debe consultar?
- Niños que ronquen mucho y presenten dificultades para dormir.
- Pacientes que no pueden tragar en forma adecuada.
- Pacientes con infecciones a repetición (amigdalitis o sinusitis).
- Niños con hipoacusia u otitis media aguda recurrente.
¿Cómo es el proceso de anestesia?
Los niños son acompañados por uno de sus padres a pabellón hasta que son dormidos con una mascarilla, no se pinchan antes de eso. Además, Clínica Las Condes cuenta con un equipo especializado de anestesiólogos pediátricos y modernas máquinas de anestesia y monitores que vigilan durante toda la cirugía los signos vitales y hemodinámicos del niño.
Tipos de cirugía
- a amigdalectomía: es la técnica clásica de extirpación de amígdalas completa y se efectúa mientras el paciente está bajo anestesia general, a través de una pequeña incisión para disecar la amígdala y luego extraerla completamente. La herida que deja esta operación sana sin suturas, ya que se cauterizan los vasos para una cicatrización más natural.
- La amigdalectomía parcial o subcapsular: se realiza con ultrasonido y se utiliza en casos que se necesite disminuir el tamaño de la amígdala en pacientes que no tienen infecciones, pero sí apneas del sueño, o para eliminar los tonsitolitos, que son pequeñas formaciones sólidas como un arroz que se acumulan dentro de la amígdala y cuya presencia provoca el mal aliento.