Inmediatamente tras la cirugía, sentirás la diferencia en la espalda.
La
mamoplastia de reducción es una cirugía que en el último tiempo ha ido aumentando y son varias las razones que explican este incremento: las mujeres están más conscientes de que es un problema y que tiene solución con esta cirugía.
La
doctora Alison Ford, cirujana plástica de Clínica Las Condes, señala que las mamas de gran tamaño son una incomodidad social que dificulta la vida diaria de las mujeres, desde encontrar la ropa adecuada, hasta practicar actividad física y el disconfort social que provoca.
Pero eso no es todo.
El tamaño y el peso de estas mamas también generan
dolor de espalda, problemas musculares y de postura que, en la mayoría de los casos, desaparecen después de la cirugía. Por lo tanto, sí es un problema de salud.
“Es como andar una mochila cargada, colgadas hacia adelante. Nadie puede pensar que eso es cómodo. Las mamas debieran estar a cierta altura y con cierto peso. Afecta la
postura la musculatura de la columna”, dice la especialista. Además, hay también un problema de autoestima, aunque las aseguradoras no siempre consideran este aspecto a la hora de cubrir esta cirugía.
Crecimiento de las mamas en la adolescencia
La doctora Ford dice que muchas veces ya a los 15 o 16 años se puede notar la magnitud e importancia de la
deformidad de las mamas en las adolescentes. Para operar, se espera el desarrollo total de la mujer, aunque en algunos casos en que el tamaño es muy grande o el nivel de afectación de la menor es mucho, se considera la posibilidad de realizar la cirugía antes de los 18 años.
En ciertos casos, es necesario reoperar a las menores que tienen mamas grandes, una vez que terminen su desarrollo, situación que es advertida a los padres de la menor. Según la especialista, en algunos casos, por el daño psicológico, es mejor realizar una primera cirugía aun cuando la probabilidad de tener que practicar otra sea alta.
“No me parece razonable que alguien tenga que vivir con una incomodidad física y autoestima baja, incomodidad social, ante la posibilidad de que esa mama vuelva a crecer. En esos casos, operamos”, indica la doctora Ford.