Especialista señala que hay varias herramientas que se pueden utilizar, incluso si tiendes a formar queloides
No todas las personas cicatrizan de la misma manera. Así, hay mujeres que tras su parto por
cesárea sólo quedan con una línea que apenas se nota en la piel, mientras que en otras, esa cicatriz es notoria y no siempre estética.
La
doctora Patricia Apt, dermatóloga de Clínica Las Condes, señala que “la cicatrización depende de muchos factores, entre ellos, la técnica del cirujano y la genética de cicatrización de la paciente”.
En el caso de una mujer que es sometida a una cesárea, al igual que en otras cirugías, el proceso de cicatrización pasa por una etapa inflamatoria, luego a otra en que se comienza a formar la
cicatriz (cierre de herida) y una tercera, en la que la cicatriz comienza a tomar una apariencia más similar a la piel. En promedio, el cuerpo se toma cerca de seis meses para cicatrizar una lesión de este tipo.
La especialista, explica que lo ideal es comenzar a trabajar en la cicatriz apenas el ginecólogo retira los puntos de la cirugía. Sin embargo, si la paciente “tiene antecedentes de
queloides, hay que empezar a trabajarla antes” y en esos casos se puede recurrir a la “aplicación de nitrógeno líquido y corticoides en estadios muy iniciales”, señala.
Los queloides son cicatrices que se forman debido al
crecimiento excesivo del tejido después de superar lesiones de la piel, que en este caso es la cirugía cesárea.
“Para mejorar la cicatriz también se pueden utilizar parches y cremas con silicona, vitaminas y algunos cicatrizantes como centella asiática, entre otros”, indica la doctora Apt. Además, es importante cuidar el reposo post cirugía.
“Incluso si se empieza a formar una mala cicatriz o queloide, podemos tratar con diversos tratamientos médicos y láser para mejorar el resultado final”, dice la dermatóloga.