Aclaramos todas tus dudas sobre esta infección de la piel y sus distintos tipos.
La
tiña es causada por diferentes tipos de
hongos, en donde los principales agentes causantes son
Trichophyton Rubrum y
Microsporum Canis. “La
tiña puede comprometer la piel, el pelo o las uñas, entonces dependiendo de la localización y también de la edad de la persona son distintos los tipos de
hongos más prevalentes y también depende de ese factor como se contagian”, explica la
Dra. Viera Kaplan, dermatóloga de CLC.
En la
infancia, la
tiña causada por
Microsporum Canis es la más común, afectando mayormente a la población entre 5 y 8 años de edad. La principal
fuente de contagio es a través de
animales domésticos como perros y gatos, ya que muchas veces son portadores asintomáticos de este
hongo, ya que pueden contraerlo cuando el animal es aún cachorro o está expuesto con otros animales de la calle. En cuanto a su
contagio de animal a humano, este se puede producir del
contacto con la piel del animal, por ejemplo, acariciándolo o también a través de las esporas de estos hongos que pueden quedar en las superficies como ropa o muebles.
Por otro lado, el tipo de
tiña de mayor prevalencia en adultos es causada por el hongo
Trichophyton Rubrum: “este se contagia entre las personas y es
a través de esporas, habitualmente es de
contacto directo de piel con piel o a través de las esporas que pueden quedar en esa superficie, pero debe haber un contacto mantenido de esa superficie comprometida, que puede ser un cepillo de pelo o algún otro artefacto en contacto con la piel” explica la doctora Kaplan.
A continuación, aclaramos los mitos más comunes sobre esta infección de la piel:
- MITO: No se contagia de animales a humanos.
- REALIDAD: Tal como explicó la doctora Kaplan, si hay un tipo de hongo que produce la tiña que se contagia de animal a humano.
- MITO: La tiña es causada por gusanos.
- REALIDAD: Es una infección micótica, es decir, causada por diferentes tipos de hongos que se reproducen en la piel.
- MITO: Solo se contagia en contacto de piel con piel.
- REALIDAD: La tiña se puede contagiar tanto de contacto de piel con piel o a través de la exposición constante a las esporas en diferentes superficies como muebles, cepillos, peines o ropa.
- MITO: La tiña se puede reconocer por la pérdida de cabello en el área afectada.
- REALIDAD: Efectivamente, se puede reconocer por la pérdida de cabello en el área afectada. Cuando la tiña compromete la piel cabelluda se produce alopecia, que es la pérdida de pelo en una superficie localizada.
- MITO: Se cura por sí sola.
- REALIDAD: Al ser producida por un hongo, la tiña necesita tratamiento antimicótico recetado por el especialista.
- MITO: Es lo mismo que la sarna.
- REALIDAD: Son afecciones diferentes. La sarna es producida por un ectoparásito, mientras que la tiña es de origen fúngico.
Diagnóstico y tratamiento
Se puede identificar la tiña como una
erupción cutánea, por lo general, es un
sarpullido circular y que pica. Esta puede aparecer en diferentes zonas del cuerpo, como en la
cabeza,
extremidades como
brazos y
piernas,
pies e incluso en la
ingle. Para confirmar la presencia de este
hongo, la doctora indica lo siguiente: “el diagnóstico es clínico y tiene que ser hecho por idealmente un
dermatólogo. Ante la sospecha de que se trate de un diagnóstico diferencial, que se quiera confirmar o asilar el agente causal se debe solicitar un estudio micológico directo y un cultivo de piel para aislar el agente específico que la está causando”.
La
dermatóloga indica que el tratamiento dependerá de la zona afectada, edad del paciente, agente y el porcentaje de superficie comprometida. En la mayoría de los casos, se recetan
antimicóticos tópicos como cremas o champús, aunque también se pueden complementar con
antimicóticos orales, específicos para tratar los diferentes tipos de
hongos.}
Síntomas:
- Un área escamosa en forma de anillo.
- Picazón.
- Un parche de piel redondo y plano.
Precauciones:
Si en la casa hay un cuadro de tiña, la especialista recomienda tomar una serie de precauciones para evitar el contagio al resto de la familia:
- Realizar el diagnóstico y tratamiento de forma precoz.
- Evitar el contacto directo de piel con piel de al menos de las zonas afectadas entre personas.
- En caso de que las sospechas sean de contagio proveniente de alguna mascota, llevarla al veterinario.
- No compartir elementos personales, como cepillos de cabello o toallas.