De acuerdo a los expertos, la diabetes tipo 2 se está diagnosticando cada vez más en pacientes de 30 años y menos, debido a condiciones como la obesidad y el sobrepeso.
Según la
Tercera Encuesta Nacional de Salud (ENS 2016-2017) en Chile hay 1 millón 807 mil personas enfermas de
diabetes, la mayor parte de ellas, afectadas
con diabetes tipo 2, una enfermedad crónica ligada al estilo de vida de las personas, pero que también tiene un componente genético.
El
doctor Rodolfo Lahsen, diabetólogo de Clínica Las Condes, explica que si antes “la diabetes tipo 2 se diagnostica en personas de más de 40 años hoy tenemos pacientes de 30 años y menos”. Según el especialista, los pacientes jóvenes no son los más frecuentes en las consultas médicas, pero en la actualidad, ya no es raro ver adolescentes y jóvenes con la enfermedad.
Según la doctora
Verónica Araya, endocrinóloga y diabetóloga de Clínica Las Condes dice que cuando llegan a la consulta pacientes que son adolescentes o jóvenes y son diagnosticados con diabetes, en general, se trata de pacientes arrastran problemas de peso desde que son niños (obesidad, sobrepeso, resistencia a la insulina). “Más que una sorpresa para ellos, el diagnóstico de diabetes es asumir que no lo hicieron bien antes”, señala la especialista.
La misma encuesta indica que alrededor de 44 mil jóvenes entre 15 y 24 años tienen diabetes tipo 2. Según el doctor Lahsen, la razón de este aumento se encuentra en los
hábitos de alimentación y sobre todo en la poca práctica de actividad física, especialmente de los jóvenes.
Cuando la primera glicemia que se indica, examen de sangre que mide el nivel de azúcar en la sangre, marca sobre 126 mg/dl, la primera intervención, más allá del diagnóstico, es el cambio de hábitos, explica el doctor Lahsen. Esto es
dieta y ejercicio físico para revertir esos niveles y tratar de retrasar la diabetes. Esta intervención se realiza cuando se trata de casos limítrofes o bordeline que están apenas un poco elevados. Si el examen registra niveles de azúcar muy altos, y ya hay signos de la enfermedad como exceso de sed, de orina y una baja de peso sin explicación, ya no se puede retrasar su aparición porque la enfermedad es evidente.