Tampoco basta con cambiar la leche de vaca por bebidas vegetales.
La
leche es necesaria para los seres humanos durante toda la vida, pues tiene calcio, un mineral fundamental para la formación y mantención de huesos y dientes sanos y firmes. Su consumo previene la
osteoporosis en la edad adulta, responsable de fracturas.
Sin embargo, no todos pueden tomar leche, ya sea por problemas derivados de la
intolerancia a la lactosa o la
alergia a la proteína de la leche, entre otros. Ante esto, los especialistas recomiendan consultar y no quedarse con una idea equivocada.
La doctora
Eugenia Morales, gastroenteróloga de Clínica Las Condes, indica que “se están atribuyendo muchos síntomas digestivos a la intolerancia a la lactosa y eso no es así. No van a consultar y se nos van a pasar muchas enfermedades importantes, como la enfermedad celíaca, porque es la principal causa de la intolerancia a la lactosa secundaria”, sostiene.
Por eso, no basta llegar y cambiar los lácteos por las bebidas vegetales (o “leches vegetales”), que pueden tener características similares, incluso en sabor, pero no son lácteos y, por lo tanto, no tienen sus beneficios, aunque sí pueden tener otros, basados en las propiedades que tienen los alimentos de los cuales provienen.
La bebida vegetal de almendras, por ejemplo, aporta grasas monoinsaturadas, recomendadas para el corazón, y la de arroz no contiene grasas, pero llamada leche de coco tiene grasa fundamentalmente saturada, que es dañina para la salud.
Ninguna, no obstante, es suficiente nutricionalmente, por lo que sólo se pueden consumir como parte de una dieta equilibrada, y no se deben utilizar para reemplazar la leche en menores de un año, para quienes estas bebidas no son recomendables.