Fomenta la maduración del sistema digestivo, ayuda al aumento de peso, previene enfermedades y disminuye el tiempo de hospitalización.
En los
nacimientos prematuros, la lactancia directa al pecho debe ser retrasada hasta que posean la capacidad física de alimentación. Durante este periodo, la leche materna es utilizada con fines
nutricionales y
terapéuticos, ayudando en casos a la maduración del tubo digestivo del recién nacido, técnica llamada estimulación enteral.
Los beneficios de la
lactancia materna exclusiva son defendidos y apoyados por todas las instituciones de salud del mundo. Además de favorecer el
apego y los vínculos entre madre e hijo, es la forma de alimentación que contribuye más efectivamente en el desarrollo del niño, tanto físico como mental y emocional.
La Organización Mundial de la Salud, recomienda la lactancia exclusiva materna durante los
primeros seis meses de vida. La leche materna posee anticuerpos que ayudan a proteger a los lactantes de enfermedades frecuentes de la infancia como lo son la diarrea y la neumonía, las dos principales causas de mortalidad en la niñez en todo el mundo.
“La idea es comenzar a alimentarlos con leche de su madre dentro de las primeras 24 horas de vida (a través de sonda). Posteriormente si es que hay un buen desarrollo, buena tolerancia, crecimiento, los niños adquieren un buen peso (alrededor de 1,8 kg) y desarrollan una adecuada coordinación de succión y deglución, se puede comenzar a poner directamente al pecho. La idea es que ese niño cuando se vaya a la casa ya esté con lactancia directa a pecho”, afirma el
doctor Hernán Villalón , neonatólogo de Clínica Las Condes.
La lactancia juega un rol fundamental en los cuidados y desarrollo de los prematuros. Con ella se ha visto un
aumento de peso,
reducción de los índices de intolerancias alimentarias, enfermedades como la
enterocolitis necrosante y una
disminución del tiempo de hospitalización.
La proteína humana que se encuentra en la leche materna es la proteína más apropiada para el desarrollo humano, además de esto posee una serie ventajas que las formulas maternizadas de reemplazo no pueden imitar.
En las etapas más tempranas del prematuro son comunes los problemas de tolerancia, el tubo digestivo no tiene la madurez suficiente para recibir alimentación, retrasando el inicio de la lactancia.
“Una de las ventajas no nutricionales de la leche materna es que tiene factores tróficos que ayudan a que el tubo digestivo madure más rápido, en estos casos utilizamos la leche materna con un fin terapéutico y eso es lo que en otros países se llama
estimulación enteral o lactancia trófica”, agrega el
doctor Villalón.
Otros de las principales dificultades para la lactancia es la falta coordinación succión deglución, por su poco desarrollo los prematuros no tienen la autonomía para poder alimentarse. A esto se le suman los casos excepcionales en los que se registran alergias alimentarias en los lactantes, lo que hace necesario una dieta restrictiva en las madres.
Ante estos escenarios el apoyo adecuado del personal médico, matronas y clínicas de lactancia es primordial para las madres, quienes deben prepararse para la lactancia, iniciando la estimulación precoz con sacaleches, aun cuando todavía el bebé no esté listo para ser llevado al pecho.
Y es que los beneficios de la lactancia no solo se aplican al recién nacido. Está comprobado que favorece el vínculo madre-hijo, reafirma el rol maternal, e incluso del punto médico es beneficioso para las nuevas madres: protege de episodios de hemorragia en el periodo post parto, favorece a la recuperación del peso y se ha descrito menor incidencia de cáncer de mamá.
“Para el beneficio psicológico de la mamá es súper importante y ellos funcionan como un binomio madre-hijo: el bienestar de la madre es el bienestar del niño, y viceversa.
Hay que hacer un llamado a las madres a confiar en sus capacidades, en sus instintos y en su rol materno. Si la naturaleza las dotó con la capacidad de lactancia, no hay que dudar”, indica el especialista.