Después de los 50 años aumenta el riesgo de fracturas de columna y cadera en las mujeres.
La última
menstruación trae consigo un nuevo ciclo en la mujer en que puede reducirse su calidad de vida, debido a los bochornos, trastornos del sueño, cambios de ánimo, además de molestias en las relaciones sexuales.
La
menopausia, que afecta a las chilenas, en promedio, a los 50 años, trae también consecuencias en la salud ósea, que las hacen vulnerables a las fracturas y la
osteoporosis.
El ginecólogo
Marcelo Bianchi, experto en climaterio de Clínica Las Condes, señala que el impacto en la salud ósea es uno de los síntomas menos conocidos de la carencia de estrógeno durante la menopausia. “Se inicia una pérdida de la
densidad mineral del hueso en forma acelerada desde los 50 años, aumentando en forma significativa el riesgo de fractura de columna y cadera”, indica.
En Chile, un 35% de las mujeres mayores de 50 años ya presentan
fracturas vertebrales no diagnosticadas. “También es importante mencionar que una fractura de cadera por osteoporosis significa un 10% de mortalidad (por complicaciones de la cirugía o en los 2 meses siguientes) y 2 de cada 10 mujeres que se fractura la cadera queda como persona dependiente no autovalente. Todo lo anterior puede ser prevenido con diversas estrategias de salud, pero fundamentalmente con un tratamiento hormonal bien indicado”, enfatiza.
Hoy, 3,3 millones de chilenas tiene más de 45 años, por lo que se encuentran camino a la menopausia. Durante la etapa previa -llamada
premenopausia- los ciclos menstruales se vuelven irregulares y aparecen señales como sofocos, palpitaciones, sequedad vaginal, disminución de la libido y ansiedad. Aunque alrededor de un 40% de las mujeres pasan a la post menopausia sin manifestar ningún síntoma, los niveles de estrógenos son tan bajos como quienes los padecen.
Mantener la actividad física y una
dieta saludable, para no subir de peso, es una de las recomendaciones en esta etapa, ya que el sobrepeso aumenta la posibilidad de sufrir bochornos.