El estrés es una consecuencia de la infertilidad y no necesariamente una de sus causas, por esto, el apoyo psicológico de las parejas es fundamental.
Una de las peores frases que a menudo escuchan las
parejas que enfrentan infertilidad es
“si se relajan se van a embarazar”.
“El creer que el estrés produce infertilidad deja a las parejas en una encrucijada dolorosa y culposa. La frase ‘si se relajan les va a resultar’ los pone en una situación paradojal porque es imposible relajarse mientras se está con el dolor de no poder quedar embarazados, y las personas se ponen más
ansiosas porque sienten que deberían estar relajadas”, señala
Tatiana Jadue,
psicóloga de la Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Las Condes.
Que el estrés es una causa de infertilidad es un mito muy extendido en la sociedad, cuando en realidad la situación es la contraria. “La infertilidad produce
altos niveles de estrés, porque es una dificultad de un proyecto de pareja importante, porque se vive y se revive mes a mes y afecta la relación de pareja, el
contexto social y familiar”, explica Tatiana.
Desde el punto de vista psicológico,
enfrentar problemas de fertilidad es visto como un duelo profundo que se repite mes a mes al no lograr el embarazo, aumentando su intensidad. Esta enfermedad afecta en todos los aspectos de la vida de una pareja, desde la autoimagen en términos de “no ser capaz”, la
relación de pareja y sexualidad, hasta las relaciones sociales, al producir aislamiento.
Apoyo psicológico durante el tratamiento de fertilidad
Según los expertos, las personas que sufren de infertilidad tienen mayor posibilidad de desarrollar algún tipo de
cuadro depresivo. “La aparición de síntomas depresivos y ansiosos tiene alta prevalencia en las personas infértiles, lo que hace que el
acompañamiento psicológico se vuela un factor protector importante en estos procesos”, cuenta la psicóloga.
Las emociones que sienten las parejas durante un
tratamiento de fertilidad son múltiples y son distintas en cada pareja, por lo que no existe una fórmula única para enfrentar la situación.
“El
acompañamiento psicológico de las parejas que atraviesan dificultades reproductivas es un potente aliado y ayuda a manejar de mejor manera el estrés asociado a los tratamientos, recuperar el control sobre la propia vida, establecer los límites de la intimidad, entre varios aspectos. Hay estudios que sostienen que las parejas que tienen un apoyo psicológico durante sus tratamientos suelen tener más
adherencia, ya que se sienten más acompañados y contenidos”, explica la psicóloga Tatiana Jadue.