Primero se debe estudiar a la pareja para definir cuál es la mejor técnica.
Para hombres y mujeres, la edad es un factor fundamental a la hora de cumplir con el sueño de ser padres.
A la
Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Las Condes cada vez más llegan mujeres mayores de 35 años que quieren embarazarse y no lo han conseguido. La
doctora María Cecilia Fabres, ginecóloga de esta unidad explica que a ellas se les indican diferentes estudios para estudiar la razón de su infertilidad y tratarla
En general, dice, las mujeres jóvenes se embarazan con técnicas de muy baja complejidad. Lo primero es la realización de un buen diagnóstico de la pareja. ¿La razón? A veces, no conseguir el embarazo está relacionado con un factor masculino y no siempre femenino. En cualquier caso, hay varias alternativas que se pueden indicar, indica la especialista: desde tratamientos médico-quirúrgicos, estimulación de la ovulación, inseminación intrauterina.
“Se va escalando desde lo más simple a lo más complejo como técnicas invitro, la inyección intracitoplasmática de espermatozoide
(ICSI) o la criopreservación de ovocitos”, explica la doctora Fabres.
En el caso de la técnica ICSI, se extraen los óvulos desde los ovarios y en el laboratorio de reproducción asistida se inyecta un espermatozoide dentro de cada óvulo para lograr la fecundación. Luego, se transfieren los embriones generados al útero de la mujer.
En la
fertilización invitro, se estimula a la mujer para tener una mayor cantidad de ovocitos, estos se extraen y son fecundados con espermios de la pareja, hasta el día 5 y luego esos embriones se transfieren a la mujer. Estos embriones se vitrifican y se pueden implantar después.
Respecto de la calidad de los ovocitos, la ginecóloga experta en medicina reproductiva indica que, a simple vista, no se pueden reconocer. Por lo mismo, en Clínica Las Condes se aplica una técnica que permite evaluarlos de acuerdo a sus cromosomas y así descubrir qué ovocito tiene alguna alteración en el cromosoma 12, 13, 15, 18 o 21 que se sabe están relacionados con pérdidas espontáneas.
“Si una mujer de 41 o 44 años opta por un tratamiento para lograr un embarazo debe estar consciente de los resultados, de cuál es el costo que tiene que pagar y los resultados que puede tener”, insiste la doctora Fabres.
De las patologías que afectan a los hombres, la especialista recalca que en la
Unidad de Medicina Reproductiva trabajan urólogos parar tratar enfermedades inflamatorias de la próstata, epidídimo, vesículas seminales mediante tratamiento farmacológico con antiinflamatorios, cirugía o antioxidantes.
Es importante considerar que, del total de casos de infertilidad, un 30% se debe a factores masculinos puros, un 30% a factores femeninos puros, otro 30% de origen compartido y un 10% en que se debe a una causa de origen desconocido.