Síntomas del virus hanta aparecen hasta un mes y medio después del contacto
02 de febrero, 2018
·Adultos
Van desde la fiebre y dolor de cabeza a dificultad respiratoria.
El
virus hanta es una enfermedad de origen viral, que se transmite al ser humano desde el ratón de cola larga
Oligorizomys longicaudatus, cuando éste es portador del virus. Chile es un país donde el virus es endémico -entre la región de Valparaíso y la de Aisén-, por lo que pueden aparecer casos durante todo el año, aunque hay un aumento en verano, debido a que hay más turismo y exposición a zonas rurales.
“Los
síntomas son bastante generales al inicio,
fiebre, dolor de cabeza y dolor abdominal. A veces pasan 3 a 4 días. En la segunda fase hay
tos y dificultad respiratoria”, explica el doctor
Rodrigo Blamey, infectólogo de Clínica Las Condes.
El período de incubación del virus hasta que aparecen los síntomas puede ser tan corto como una semana o tan largo como un mes y medio, indica el especialista. “La mayoría de los casos debuta en la tercera semana tras la exposición, pero cuando han pasado varias semanas, las personas se olvidan que han estado expuestos a sectores con hantavirus”, sostiene.
¿Cómo me puedo contagiar de Hanta?
Una persona se puede contagiar al exponerse en ambientes con roedores, siendo la más frecuente a través de las vías respiratorias. También es posible al consumir agua o alimentos contaminados, ser mordido por el ratón, tomar al animal con las manos descubiertas y después tocarse la nariz, ojos o boca. Incluso es posible que el virus se contagie de persona a persona -aunque es de baja frecuencia- por contacto de fluidos.
Etapas de la enfermedad
- Incubación: de una a seis semanas, no hay síntomas.
- Fase inicial: dura en promedio cuatro a cinco días, pero puede ser tan corto como un día. Los síntomas son similares a un estado gripal, pero sin congestión nasal, se puede presentar fiebre, escalofríos, dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea y decaimiento. Son menos frecuente la respiración agitada, el dolor articular, la tos y sudoración.
- Fase cardiopulmonar: inicio de tos brusca e intensa, dificultad para respirar y disminución de la presión arterial. Los casos más graves llevan a una insuficiencia respiratoria severa y, finalmente, a la muerte.