El VIH es una enfermedad que ha aumentado a cifras alarmantes en nuestro país, al igual que otras de transmisión sexual (ETS). Los hombres y jóvenes entre 15 y 39 años son el principal grupo de riesgo.
En los últimos años se ha visto el
incremento de las enfermedades de transmisión sexual a nivel mundial que son consideradas un problema de salud pública. Esto, porque afectan a una gran parte de la población y tienen consecuencias tanto agudas como crónicas, incluyendo la salud materno fetal.
En nuestro país, según
el informe de “Situación epidemiológica de las infecciones de transmisión sexual en Chile”, el VIH aumentó desde 2.968 casos nuevos en 2010 a 5.816 en 2017. La gonorrea aumentó de 1.290 a 2.768 y la sífilis pasó de 3.372 a 5.961 casos durante el mismo periodo.
¿Sabías qué? Los nuevos casos diagnosticados de VIH anualmente, aumentaron un 96% en nuestro país entre 2010 y 2017, pasando de 2.968 casos a 5.816 en ese periodo.
El doctor
Rodrigo Blamey, infectólogo de Clínica Las Condes, comenta que a estas enfermedades hay que agregar también el aumento de las infecciones por
virus papiloma humano. “La mayoría de los afectados con estas infecciones son hombres – principalmente quienes tienen relaciones con hombres- y el mayor número de casos se concentra en jóvenes entre 15 y 39 años de edad”, dice el especialista.
Causas del aumento de enfermedades de transmisión sexual
- Falta de educación sexual.
- Baja percepción de riesgo.
- Disminución del uso del condón.
- Un cambio conductual y cultural en relación a la sexualidad.
Estas son algunas de las causas que, según el doctor Blamey, explicarían el alza en las cifras. “Hoy existen diferentes conductas sexuales que son muy diferentes a lo que había hace dos o tres décadas en el país. Si a eso le sumamos el uso de la tecnología, con muchas aplicaciones que son de citas o que incentivan reuniones donde hay sexo y drogas, todo el sistema facilita el tema de la sexualidad en un contexto donde se ignoran los riesgos y se le ha perdido el respeto al
VIH debido a la existencia de terapias para combatirlo. El problema es que de esta forma los jóvenes se relajan, no usan preservativo y eso facilita el resurgimiento de las enfermedades de transmisión sexual”, dice el especialista.
De hecho, según la última
Encuesta Nacional de Salud, menos del 50% de los jóvenes entre los 15 y 30 años dijo haber usado condón en la última relación sexual. “Incluso hay otras encuestas en que, al preguntar por el uso de preservativo de manera permanente, las cifras alcanzan apenas al 20 o 30%”, agrega el doctor Blamey.
Tomar conciencia
La falta de campañas de prevención permanentes tampoco ayuda a que las personas tomen conciencia de los riesgos y de la importancia del chequeo médico continuo.
“Toda persona que tiene relaciones sexuales debe realizarse al menos un control anual para discutir los métodos de prevención y hacer posible un diagnóstico de enfermedades que no están pesquisadas aún o que no se manifiestan, como es el caso de la clamidia, por ejemplo. El principal problema es que la población no es consciente de que está en riesgo de contraer algunas enfermedades y hay una parte que es portadora, no lo sabe, y sigue transmitiendo. Por eso todas las medidas de prevención son bienvenidas y hay que usarlas. Eso es lo más importante”, dice el especialista.
Entregar a los jóvenes información clara y oportuna es fundamental. “La sexualidad es un tema que hay que abordar desde la edad preescolar y estos temas más específicos hay que tocarlos en la pre adolescencia, antes de que comience la vida sexual. Es necesario conversar y educar de forma directa, pero obviamente que para esto se necesita una buena comunicación de padres e hijos”, agrega.
Medidas de prevención de las ETS
- Pareja única, estable y fidelidad mutua.
- Si no se está dispuesto a tener una pareja única y estable, el uso de preservativo sigue siendo la medida más importante.
- Vacunación para hepatitis B y virus papiloma humano.
- En el caso del VIH existe la profilaxis pre-exposición (PrEP), una medida de prevención eficaz, que debe ser indicada y vigilada por un médico.
Señales de alerta
Los
síntomas que debieran alertar sobre la presencia de una
ETS son mútiples y en ese caso siempre hay que consultar con un especialista:
- Heridas o úlceras en los genitales, zona perianal, boca o faringe.
- Secreción en los genitales, ya sea uretritis o flujo genital.
- Lesiones verrucosas en la zona genital, extra genital o perianal.
- En el caso de sífilis, se presenta con manchas en todo el cuerpo.
En la mayoría de los casos el diagnóstico se realiza con exámenes de laboratorio que requieren una visita y evaluación médica y el tratamiento depende de cada enfermedad.
- Sífilis: penicilina.
- Gonorrea y clamidias: antibióticos como cefalosporinas y macrólidos.
- Virus Papiloma Humano: medicamento tópico, cirugía.
- VIH: tabletas antirretrovirales.
Efectos para la salud
Las consecuencias de no tratar a tiempo una
ETS se relacionan principalmente con infertilidad a largo plazo, tanto en hombres como en mujeres, con la facilitación en la transmisión del
VIH y, en el caso del
virus papiloma humano, la infección en algunos casos puede evolucionar a cáncer de cuello del útero o de región genito-anal.