Llevar una dieta saludable, realizar ejercicios y mantenerse relajados es clave para evitar todos los tipos de dolores de cabeza, incluido los tensionales, que son los más frecuentes.
El agua ayuda a disminuir la cefalea
Desde el
Departamento de Neurología de Clínica Las Condes, indican que “nuestro organismo está compuesto prácticamente de 90% de agua y
la cefalea es uno de los síntomas más cardinales de la deshidratación. Uno de los signos de falta de este elemento es que produce vasodilatación, es decir, los vasos sanguíneos se dilatan y eso empeora los dolores de cabeza”.
El cerebro es altamente sensible a las alteraciones de electrolitos y a la falta o exceso de agua, por lo tanto, cuando la persona está deshidratada, este órgano también lo estará.
“El cerebro en sí no duele, lo que duele son las meninges y los tejidos que cubren este órgano, las arterias y los nervios que van en este espacio. Por lo tanto, si yo tengo un cerebro deshidratado, va a haber mayor roce de estas estructuras con el cráneo, que es la parte ósea y eso va a favorecer la aparición del dolor de cabeza”, mencionan los especialistas.
Evitar la deshidratación
En ese sentido, la hidratación ayudaría a disminuir este tipo de dolor de cabeza y se recomienda beber al menos 2 litros y medio de
agua al día.
Si la persona sufre constantemente de dolor de cabeza, la recomendación es que se mantenga bien hidratado para prevenir que sea la deshidratación la que desencadene una cefalea vascular o tensional diagnosticada previamente por un neurólogo.
Además, tomar agua permitiría en muchos casos disminuir la ingesta de medicamentos y, con eso, las cefaleas por abuso de fármacos.