Ser atendido a tiempo es clave, pero mantener una buena higiene bucal y hacer ejercicio, por ejemplo, ayudan.
El
accidente cerebrovascular es la principal causa de muerte en adultos en Chile, con 8.736 fallecidos al año, lo que equivale a cerca de una persona por hora. Anualmente, hay 25.000 casos nuevos y es, además, la segunda causa de mortalidad prematura, con 2.300 muertes de personas entre 30 y 69 años. Y, si bien los protocolos de tratamiento mejoran cada día, muchas veces no se aplican a tiempo.
¿Cómo notar que puede estar frente a un accidente cerebrovascular? Hay tres
elementos críticos: asimetría de la cara de la persona, por lo que
no pueden silbar; pérdida de la fuerza en uno de los brazos, el cual se cae si trata de mantenerlo extendido, y problemas para hablar.
El doctor
José Luis Santelices, médico urgenciólogo de Clínica Las Condes, señala que el problema es que “la gente consulta en forma tardía, porque aún no reconocen bien los síntomas del infarto, algo que podría mejorarse con campañas públicas".
En Chile, además, existe el problema de déficit de ambulancias para captar con rapidez a estos pacientes; las personas pierden tiempo yendo a un Servicio de Atención Primaria de Urgencia (SAPU), que son para atender problemas menores. "Deben ir de inmediato al
Servicio de Urgencia de un hospital o clínica, que tienen atención de alta complejidad", agrega el especialista. Las primeras seis horas desde el ataque son cruciales.
Si el paciente queda con secuelas debe iniciar la
rehabilitación, y en este caso, un
programa de ejercicios, ojalá aeróbico, ayuda a mejorar la llegada de sangre a la zona del infarto, incrementando los movimientos de la persona y su actividad cognitiva.
La terapia de luz azul, aplicada en la mañana también está recomendada, pues activa al cerebro y reduce el riesgo de depresión que sufren estos pacientes. Hoy además se estudia el papel de las bacterias digestivas en la recuperación, por lo que se podrían administrar en forma de probióticos.
Un tema importante es la prevención, para lo que se recomienda no fumar, hacer ejercicio aeróbico, practicar tai chi, mantener una buena higiene bucal y comer saludable,
entre otras medidas, pues mantienen la
presión arterial y el colesterol normales, y las paredes de las arterias flexibles.