La pandemia de Covid-19 ha representado un desafío para todos, pero especialmente para las familias que tienen niños con necesidades especiales, como los niños del Espectro Autista (EA).
Considerando todos los cambios que han debido enfrentar en este año y medio, la
doctora Isabel López, neuropediatra de Clínica Las Condes, entrega cuatro consejos clave para que estas familias puedan amortiguar los desafíos que plantea la actual situación sanitaria.
1. Explique a su hija o hijo qué es COVID-19
Los niños EA tienen un estilo cognitivo concreto y algunos de ellos pueden tener serios problemas verbales. Es importante explicar qué es COVID-19 y por qué hay que quedarse en casa. La explicación tiene que ser sencilla y concreta. ¿Cómo hacerlo? “Para ello se puede recurrir a la comunicación alternativa aumentativa utilizando elementos visuales o audiovisuales. En el caso de los niños pequeños que hablan, la explicación debe apoyarse en mapas conceptuales para facilitar la comprensión del niño”, dice la especialista.
Explicar las medidas sanitarias como el uso de mascarillas o el lavado de manos, explicar por qué no podemos salir o por qué podemos hacerlo con ciertas restricciones.
2. Estructure las actividades diarias
“Se ha informado ampliamente que los niños EA tienen déficits de funcionamiento ejecutivo y podrían mostrar problemas a la hora de planificar sus actividades, especialmente cuando se rompe su rutina. Por esta razón es importante, especialmente ahora, estructurar las actividades de la vida diaria”, indica la doctora López.
Puesto que el hogar es el único escenario en el que se desarrollan las actividades, es útil cuando el espacio lo permite, dividir las actividades diarias, asignando lugares diferentes para cada una de ellas. Esta estructura puede ser útil no sólo para los niños EA de funcionamiento bajo o medio, sino también para los de funcionamiento alto.
Es recomendable:
- Mantener rutinas y horarios estables en cuanto a sueño (horas de levantarse y acostarse), aseo y alimentación.
- Mantener una rutina de actividad física diaria, idealmente de al menos una hora.
- Establecer un horario de “trabajo”, sea este de educación online, o de tareas relacionadas a la actividades escolares o pre-escolares.
- Establecer un horario diario de juego compartido.
- Permitir un acceso a video-juegos, internet, pantallas, celulares, con límites claros y con supervisión. Se recomienda un máximo de hasta 1 hora “total” por día en niños y de hasta 2 horas “totales” en adolescentes.
3. Mantenga contacto regular con terapeutas
Es de gran ayuda que los padres mantengan el contacto al menos una vez por semana con los terapeutas, para recibir indicaciones acerca de actividades a realizar o para apoyarlos en el manejo de situaciones difíciles. Cuando sea posible, mantener terapias online.
4. Mantenga contacto regular con el colegio
“Un número creciente de investigaciones apoya la sugerencia de que las relaciones que los niños establecen con sus profesores y compañeros tienen un impacto en el aprendizaje. Es muy importante dedicar un espacio de tiempo acotado para los deberes escolares. Se trata de una rutina que hay que mantener”, dice la neuróloga.
Si bien muchos niños EA de alto funcionamiento cognitivo han logrado adaptarse en buena forma a los sistemas de educación a distancia, no ha ocurrido los mismo con los pequeños o de menor funcionamiento. “En este último caso es recomendable mantener de todas formas una rutina de contacto con sus profesoras y compañeros, aunque esta sea breve. Igualmente será de ayuda a los padres y al niño, reunirse semanalmente con profesores para obtener sugerencias de actividades a realizar en casa”, recalca.