¿Por qué el estrés y la ansiedad hace que comas más?
23 de agosto, 2016
·Alimentación saludable
La comida puede “anestesiar” las emociones incómodas, pero no es un alivio real.
¿Te ha pasado alguna vez que has tenido un mal día y sensación de alto estrés, llegas a casa cansado y agobiado, y como necesitas relajarte, vas a la cocina,
abres el refrigerador y comienzas a comer lo que encuentras a tu paso de forma compulsiva y sin prestar atención a lo que comes?
“En muchas ocasiones, la comida nos permite “anestesiar” las emociones incómodas en forma momentánea, pero no logra un alivio real del problema”, sostiene la
psicóloga María José Leiva, del
Centro de Nutrición y Enfermedades Metabólicas de Clínica Las Condes.
Según la especialista,
la ansiedad es una respuesta emocional que se caracteriza por sus contenidos de futuro como: qué tengo que hacer después, la prueba de mañana, la reunión que no he preparado, etc. “La ansiedad está relacionada con la sensación de pérdida de control. Además, tiende a aparecer como una emoción secundaria, por lo tanto, muchas veces puedes estar ‘tapando’ emociones de base como miedo, tristeza o rabia”, explica.
¿Por qué comemos al sentir ansiedad o estar en períodos de estrés?
“Se cruzan varios factores: por un lado, nuestra cultura latinoamericana se caracteriza por unir afecto y comida, la gran mayoría de nuestras celebraciones ocurren alrededor de la mesa, regaloneamos a los que queremos con comida y muchas veces probablemente hemos sido consolados con un dulce. Así también cuando estamos en un ‘mal momento’
nos consolamos o distraemos con comernos algo rico que suele ser algo en base a azúcar”, indica.
Al cerebro le encanta el azúcar, cuando la recibe libera endorfinas y se activa el sistema de recompensa por lo que, al menos por un rato, efectivamente te sientes mejor… aunque luego te sientas igual o peor.