Avance de la edad modifica la estructura de la laringe generando cambios en la voz.
Así como el rostro, la voz es un sello distintivo de las personas. Es un instrumento que nos permite comunicarnos, expresar pensamientos, sentimientos y emociones, por eso, cuando la voz cambia en los adultos mayores, las relaciones familiares, sociales y labores se pueden ver afectadas e incluso, en algunas personas se puede producir
depresión, ansiedad y aislamiento social.
“En el
envejecimiento normal ocurren una serie de cambios fisiológicos que afectan la voz, lo que se denomina presbifonía. En la
presbifonía se modifican las estructuras de la laringe involucradas en la producción de la voz, entre ellas las
cuerdas vocales. Estas pequeñas estructuras están compuestas por mucosa, ligamento, músculo y tejido; y pueden sufrir diferentes cambios con el aumento de la edad como la pérdida de elasticidad, disminución del tono, surgimiento de atrofia, entre otras”, señala
Constanza Pacheco, fonoaudióloga de Clínica Las Condes.
La calidad de la voz es un signo del funcionamiento de las cuerdas vocales como esfínter de protección de la vía aérea superior. Este se activa ante cualquier cuerpo extraño. Al deteriorarse, se ve afectada la seguridad de la voz y aumenta la probabilidad de aspiración silenciosa lo que se traduce en recurrentes infecciones respiratorias.
En síntesis, la edad cambia las cuerdas vocales y genera dificultades en el cierre glótico.
¿Cómo se manifiestan estas alteraciones?
- La voz se vuelve débil (baja intensidad/volumen), evidenciando una falta de proyección.
- Se produce una fatiga vocal – cansancio.
- Hay cambios en la calidad vocal – disminución del rango tonal
- Las personas constantemente tienen “carraspeo” para “intentar aclarar la voz”
- Atoros (generalmente con líquido)
- Voz más ronca, soplada y/o húmeda (quebradiza)
La terapia de la voz es una herramienta para ayudar en esta etapa de presbifonía ya que pueda favorecer el cierre glótico, aumenta la presión subglótica y la intensidad de la voz, mantención (a veces desarrollo) de la musculatura, estabilizar la calidad vocal, además de proporcionar una mejoría en el habla.
“Esta
rehabilitación fonoaudiológica no es invasiva y brinda ejercicios simples que permiten reequilibrar la coordinación fono-respiratoria, logrando fortalecer la calidad del tejido de las cuerdas vocales par que cumplan de manera adecuada su función fisiológica. De esta forma, se mejora la calidad de vida de los adultos mayores, permitiéndoles una voz sana que cumpla requerimientos ya sea de protección de vía aérea, como también de comunicación”, señala Constanza Pacheco.