Imágenes mamarias permiten un diagnóstico precoz de enfermedades malignas de la mama.
La
mamografía y la
ecografía mamaria son dos exámenes complementarios que ayudan a la
detección precoz del cáncer de mama. La primera utiliza rayos X y la segunda usa ultrasonido para detectar cambios o alteraciones en la estructura de la mama y para detección de anormalidades como nódulos o calcificaciones.
Según explica la
doctora Paulina Neira, radióloga de Clínica Las Condes, las
imágenes mamarias tienen un importante rol en el diagnóstico de enfermedades sintomáticas, es decir, “cuando la mujer se palpa un nódulo en la mama o axila o cuando presenta otros síntomas como secreción por el pezón, inflamación localizada o en toda la mama o dolor”. Gracias a ellas también es posible diagnosticar otras
condiciones benignas como fibroadenomas, papilomas, mastitis aguda y galactoceles.
Así también tienen un importante rol en la detección de anormalidades en mujeres asintomáticas, que se realizan imágenes de mama dentro de un chequeo con el fin de detectar un cáncer de mama en etapa precoz, de modo de poder acceder a un mejor tratamiento.
La mamografía digital como método de screening está indicada a partir de los 40 o 50 años, con intervalos de 1 o 2 años. Las sociedades chilenas de Mastología y Radiología sugieren realizar una mamografía anual a contar de los 40 años en mujeres con riesgo promedio, indica la especialista.
“La mamografía es capaz de detectar
cánceres de solo algunos milímetros, pero en ocasiones hay cánceres que no son detectables por mamografía, ya que si bien es un buen examen, su sensibilidad no supera el 80% e incluso puede ser menor en mujeres con mamas densas. En estos casos se ha demostrado la utilidad de complementar el estudio con ecografía mamaria”, indica doctora Neira.
La ecografía mamaria se indica principalmente cuando la mujer presenta otros factores de riesgo como historia familiar de cáncer de mama o antecedentes de biopsias con diagnóstico de lesiones de alto riesgo y sobre todo en mamas densas, porque en estas pacientes la mamografía disminuye su rendimiento, explica la especialista.
Este
examen de ultra sonido permite diferenciar entre
nódulos sólidos y nódulos con contenido líquido (quistes). Tiene también buen rendimiento a la hora de diferenciar entre condiciones benignas y malignas.
¿Tienes que hacerte alguno de estos exámenes? Recuerda que tienes que llevar también los
exámenes anteriores. ¿La razón? “Comparar con exámenes anteriores permite detectar cambios sutiles que pueden estar en relación con un proceso proliferativo maligno, así como también permite que el especialista en imágenes evalué la estabilidad de las lesiones, pudiendo descartar realizar nuevas imágenes o rellamados, ya que en general, una lesión que no cambia en años es altamente probable que sea de naturaleza benigna”, señala la doctora Neira.