¿Sabías que con la música es posible hacer terapia? Sí, se trata de la musicoterapia, un tipo de terapia alternativa que utiliza la música para modular, estimular o fortalecer una serie de funciones que benefician al ser humano.
Según cuenta la
psicóloga de Clínica Las Condes, Daniela Toro, existen diversos estudios que señalan que
dependiendo del tipo de música que se escucha, se pueden modular aspectos como el estado de ánimo, armonizar emociones, disminuir frecuencia cardíaca y tranquilizar respiración, disminuir presión arterial y la ansiedad y aumentar rendimiento.
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Hay músicas que modulan estados de relajación como la música clásica y otras que pueden producir una excitación o estados de euforia y aumento de estrés. Otras de melodías más vigorosas pueden afectar en un aumento de nuestro rendimiento”, indica la psicóloga.
Por lo mismo, es importante elegir adecuadamente la música que sirve a tu propósito: “Si escuchamos
música lenta, podemos sentir emociones de tristeza, melancolía o romanticismo. Si escuchamos músicas rápidas o vigorosas podemos modular nuestro estado de ánimo aumentándolo”, insiste Daniela Toro.
La musicoterapia se ha utilizado para disminuir los estados de ansiedad, debido a que cierto tipo de músicas incide en un aumento de la dopamina y estados de alegría y placer. También disminuye los niveles de cortisol protegiendo del estrés.
Escuchar música alegre favorece la producción de endorfinas, lo cual, junto a focalizar la atención en ella, ayuda a disminuir la sensación de dolor.
1.
Mejora la plasticidad del cerebro. Según un estudio realizado por la Universidad de Northwestern, los niños que estudian música tienen un mejor vocabulario y capacidad que aquellos que no tuvieron entrenamiento. ¿La razón? La música ayuda a que el cerebro genere nuevas conexiones que también son útiles en el aprendizaje.
2.
El ritmo de la música mejora la actividad física. En el año 2008 científicos de la Universidad de Brunel publicaron en la revista Journal of Sport & Exercise Psychology, que escuchar cierto tipo de música (rock y pop), podemos aumentar nuestra resistencia al ejercicio físico intenso hasta un 15%.
3.
Mejora la circulación. Científicos del Centro Médico de la Universidad de Maryland evidenciaron que escuchar música ayuda al sistema cardiovascular. Cuando escuchamos nuestra música favorita los vasos sanguíneos se dilatan un 26%. Al contrario, cuando escuchamos música que nos desagrada, los vasos se contraen un 6% como promedio.
4.
Aumenta la concentración. Según Universidad de Stanford en Estados Unidos, escuchar sinfonías del siglo XVIII incrementar la capacidad de concentración.
5.
Libera dopamina. Escuchar música provoca placer, y eso es porque libera dopamina, igual que comer chocolate o tener relaciones sexuales. Así, cada vez que escuchas música, sobre todo tus canciones favoritas, se activa el circuito del placer.