Aprende a reconocer los signos y síntomas del trastorno afectivo estacional o depresión de invierno.
Durante las estaciones de
otoño e invierno, nuestro organismo está expuesto a menos horas de luz y sumado a los días fríos o nublados pueden producir cambios en nuestro estado de ánimo e incluso afectar nuestra salud mental. Si cuando se inicia esta temporada comienzas a sentirte triste, sin ganas de nada o con mucho sueño -incluso si duermes bien en la noche- podrías estar sufriendo
de trastorno afectivo estacional (TAE) o la también llamada
depresión de invierno.
El
Dr. Juan Fernando Meneses, psiquiatra CLC nos explica qué es el TAE y cómo podemos identificarlo: “es un
trastorno del ánimo que consiste en un
estado anímico depresivo que ocurre en una
determinada época del año, ya sea en una estación específica -como otoño o invierno-, en que la persona presenta síntomas
depresivos durante este periodo y una vez que esa estación termina estos remiten”.
¿Quiénes pueden presentar este trastorno?
Según el especialista, el
trastorno afectivo estacional afecta principalmente a
mujeres entre los 30 y 35 años, aunque también se puede presentar en menor medida en hombres. La herencia genética también juega un papel importante, ya que las personas que tienen antecedentes de
trastornos psiquiátricos en la familia tienen mayor predisposición a desarrollarlo.
Factores de riesgo:
- Ser mujer.
- Tener entre 30 y 35 años.
- Antecedentes familiares de depresión o trastornos del ánimo.
Causas del trastorno afectivo estacional
Se piensa que este trastorno tiene relación con la exposición a la luz, aunque también existen diversas suposiciones al respecto: “hay cuatro principales hipótesis sobre sus causas: alternaciones en el
ciclo circadiano -que en términos más simple es como nuestro reloj biológico y que provoca que de día estamos más activos y de noche descansamos -, este funciona en base a la estimulación que la luz produce en el cerebro, en la parte del hipotálamo. Otra causa es que puede haber alguna
alteración en la retina que tiene que ver con los receptores de luz. Por otro lado, podría tener relación con
una disminución de los químicos cerebrales que tienen que ver con el ánimo, principalmente la
serotonina, que se ha visto disminuido en las personas con
TAE y por último, una
alteración en la metabolización de una hormona que se llama
melatonina, que influye en el sueño y el ciclo circadiano”, explica el Dr. Meneses.
Síntomas
Para saber si estás ante un caso de trastorno afectivo estacional o que alguien podría estar pasando por él, debemos prestar atención a la siguiente sintomatología:
- Exceso de sueño.
- Aumento del apetito.
- Tristeza constante -sin alguna razón-.
- Disminución del ánimo.
- Ganas de llorar o llanto fácil.
- Variación del estado de ánimo.
- Sentimientos de culpa.
- Alteración de la autoestima.
- Pesimismo.
- Aislamiento.
¿Cuándo debo buscar ayuda?
Si los síntomas mencionados anteriormente están
afectando diferentes áreas de la vida diaria, es necesario acudir a un especialista: “cuando estos
síntomas son tan intensos que empiezan a interferir en mi vida diaria, empiezan a interferir en mi
rendimiento laboral, en mis
relaciones personales, que me empiezo a
aislar del resto, provoco preocupación excesiva en los otros y también cuando ya produce un cierto desagrado en el vivir, claramente es el momento de consultar”.
El
tratamiento del
TAE puede ser farmacológico con
antidepresivos y también con
fototerapia o
luminoterapia, una técnica que consiste en exponerse a una cantidad de luz con cierta intensidad que se aplica en horas específicas del día. Esta terapia ayuda a regular el ciclo circadiano y también otras funciones neuroquímicas que se relacionan con el ánimo.