Cada 2 de mayo se conmemora el Día Mundial del Asma, condición que se origina como consecuencia de una respuesta alérgica, en la mayoría de los casos, y que presenta síntomas como sensación de pecho apretado, tos o cansancio al hacer ejercicios.
Desde el equipo broncopulmonar de Clínica Las Condes, explican que el asma “es una condición crónica de salud que consiste en una
obstrucción bronquial intermitente, debido a inflamación de las vías respiratorias que, en la mayoría de los pacientes, se produce como consecuencia de una respuesta alérgica a partículas respiradas de alérgenos (pólenes, ácaros, pastos, entre otros). En algunos pacientes es difícil o no es posible definir una causa responsable del origen de esta patología”.
Principales síntomas
- Sensación de pecho apretado.
- Tos.
- Silbido de pecho.
- Cansancio para hacer ejercicios.
¿Cuál es el tratamiento?
Generalmente el tratamiento consiste en el uso de
inhaladores para controlar la inflamación (corticoides en microdosis y de uso tópico), junto a otros medicamentos para aliviar los síntomas, como los broncodilatadores. “Se cree que el tratamiento consiste solo en el uso de inhaladores, sin embargo, también existen otras medidas importantes como la educación en asma para el autocuidado, el control de los factores que gatillan síntomas y el manejo de las exacerbaciones o crisis”, agregan los especialistas.
Por otro lado, cuando el paciente no sigue un tratamiento adecuado, las paredes de los bronquios pueden aumentar de grosor y
se vuelven más irritables y sensibles a los estímulos ambientales específicos (alérgenos) e inespecíficos (aire frío, ejercicio o contaminación), pudiendo reaccionar a ellos con broncoconstricción o provocando una crisis de exacerbación de asma.
El asma no se puede prevenir
El asma es una
condición crónica que no se puede prevenir, pero sí se puede evitar la progresión y remodelación de los tejidos de la vía aérea con el tratamiento. “Es posible controlar la aparición de los síntomas si se reduce la exposición a desencadenantes a través de medidas generales, por ejemplo, evitar la inhalación de humo de cigarrillo y contaminación ambiental, controlar los ácaros en el domicilio, si hay alergia a ciertos animales, entre otras medidas”, comentan los especialistas CLC.
- Predisposición genética.
- Condición de alergia respiratoria.
- Exposición al tabaco en infancia, incluso de forma intrauterina.
- Sobrepeso.
- Exposición laboral a agentes irritantes respiratorios.
- Infecciones respiratorias.