Personas que se quejan en exceso pierden capacidad de autocrítica. ¿Qué hacer para evitarlo?
Seguro te has topado más de una vez con algunas personas que pasan buena parte de su tiempo quejándose por algún motivo. “
La persona que suele quejarse es una persona que se encuentra en un estado de pasividad frente a diversas situaciones de vida, invirtiendo tiempo y energía en una conducta que finalmente no le generará ninguna solución”, dice la
psicóloga de Clínica Las Condes, Daniela Toro.
La queja es ante todo una conducta humana, una forma de expresar una emoción de aflicción en un momento determinado y en
situaciones muy puntuales. Lo ideal es que posterior a ella, el individuo cambie de actitud y busque una solución.
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La queja hace que las cosas se agranden o se conviertan en dramas, perdiéndose la perspectiva del acontecer. Se vive bajo la creencia de que nada depende de uno, y que si intentamos algo, nada servirá y siempre saldrá todo mal. Se instala el pesimismo y a la vez se contagia a otros que están más cerca”, señala la especialista.
Además,
se pone la responsabilidad de todo lo que a uno le sucede fuera. “La culpa la tienen los demás, la mala suerte o la vida”, insiste la psicóloga. Esta conducta va generando sentimientos de rencor y de ira y
pueden llevar a la persona a actuar de manera intolerante y agresiva. También se pierde la capacidad de autocrítica sin que se reflexione acerca del propio comportamiento.
“Las personas que hacen de la queja un hábito se sienten insatisfechas, se quedan estancadas y esperan que les resuelvan sus dificultades. Se quedan en la pasividad”, comenta Daniela Toro.
Mal humor y salud física
El quejase constantemente no sólo afecta las emociones, sino que también repercute en la salud física. “La negatividad de las personas que se quejan hace que se libere mayor cantidad de cortisol, el mismo neurotransmisor que se libera en situaciones de estrés y que aumenta la presión sanguínea. Se ha visto que también afecta la capacidad de aprendizaje, memoria y debilito el sistema inmune”, recalca la especialista.
Para romper este círculo, la psicóloga recomienda
ocho cambios que te ayudarán a dejar la queja atrás:
- Toma conciencia de la queja
- Intenta dejar la queja de lado
- Toma una postura activa frente a la vida
- Asume la responsabilidad frente a lo que te sucede a diario
- Cuidar tus pensamientos y creencias, evitando caer en la negatividad
- Cultiva la capacidad de aceptación e integración de aquellos aspectos de la vida que no son posibles de cambiar
- Aléjate de personas negativas, no te dejes influenciar por ellas
- Prepara tu ánimo para la búsqueda creativa de soluciones.
No hay que olvidar que
no todas las personas son conscientes de su actitud de queja, por lo que no todas podrán realizar los cambios necesarios en su conducta si no reciben algún tipo de ayuda que les facilite tomar conciencia de esta dificultad.