Debido al envejecimiento de la población chilena, la cirugía de prótesis total primaria de cadera se ha incrementado en forma considerable. La operación es el procedimiento más revolucionario en cirugía ortopédica.
En Chile, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), si en 1952 la población sobre 60 correspondía al 10% del total de los chilenos, para el 2020 la cifra aumentaría a un 39,2%. Estos cambios demográficos conllevan un aumento en la cirugía de prótesis de cadera.
“Es así como este es un procedimiento que actualmente se realiza en forma masiva. En Chile por ejemplo se realizan anualmente unas 7.500 prótesis de cadera al año y en Estados Unidos alrededor de 400.000”, cuenta el Dr. Marcelo Somarriva, Traumatólogo de Clínica Las Condes.
La artrosis de cadera corresponde a un deterioro del cartílago articular entre el fémur y la pelvis. El cartílago es una capa de un tejido más blando que el hueso que recubre la superficie de la articulación, que al desgastarse se produce roce y luego deformación de los extremos óseos. Esto ocasiona dolor y luego limitación de la movilidad, por lo que es una patología que predispone la necesidad de una cirugía.
Esta operación consiste en: “reemplazar las superficies articulares dañadas por la artrosis, por piezas generalmente de metal y plástico de alta densidad. Es una técnica reglada que requiere de altas técnicas de asepsia, ejecución con instrumental de alta precisión y un equipo profesional médico especializado”, comenta el Dr. Somarriva.
Esta técnica quirúrgica que va en aumento, es la de mayor trascendencia y eficacia contra la artrosis de cadera. Las causas de este incremento se deben a su implementación en el sistema GES para pacientes mayores de 65 años, y al aumento de la esperanza de vida.
Cifras chilenas
En nuestro país, la expectativa de vida es de 80 años en mujeres y 73 años en hombres con un 11,4% de la población mayor de 65 años. Junto con ello,
la prevalencia de patología osteoarticular, incluyendo artrosis, artritis y osteoporosis, es de un 20,4 %.
“La implementación del programa GES ha puesto esta cirugía al alcance de muchas personas, por el menor costo y el compromiso por parte del sistema de salud de resolver el problema en un plazo fijo, sobre todo, hoy que existen más personas que llegan a la tercera edad y generalmente son ellos los que necesitan prótesis de cadera”, dice el especialista.
En cuanto a los resultados de esta cirugía en los últimos años se han logrado avances importantes:
técnicas mínimamente invasivas, nuevos diseños de prótesis y nuevos pares de fricción. Todo esto, ha permitido a que pacientes más jóvenes puedan acceder a una prótesis, al mejorar los resultados y la sobrevida de éstas.
“Se han desarrollado nuevas
prótesis de recubrimiento que sacrifican menos el hueso, que son más duraderas, de mayor resistencia y de menor desgaste, lo que es especialmente importante en los pacientes menores de 50 años. También están en desarrollo
técnicas de navegación computacional para efectuar la implantación de las prótesis con mayor precisión”, afirma el Dr. Somarriva.
Esta
cirugía de prótesis total primaria de cadera está indicada a pacientes mayores de 60 años con artrosis, pero actualmente se presenta cada vez más en pacientes de menor edad, donde se suman otras causas como la
artritis reumatoidea, necrosis avascular, secuelas postraumáticas y pellizcamiento de cadera. Hay que destacar que
en mujeres la artrosis se presenta en mayor frecuencia, ya que ellas tienen mayor incidencia de displasia de cadera, lo que las hace más expuestas al desgaste de la articulación.
La prótesis total primaria de cadera, con una adecuada técnica quirúrgica, tiene un
bajo riesgo de complicación global menor al 5%, así como una alta tasa de sobrevida en el largo plazo: sobre 90% a 10 años y sobre 80% a 20 años de seguimiento.
A modo de ejemplo, una prótesis de cadera puesta hoy en 100 pacientes, debiera seguir funcionando en alrededor de 80 de éstos en 20 años más.
Respecto a
la rehabilitación es muy rápida, ya que el paciente puede caminar al día siguiente de la cirugía.
“Luego de tres o cuatro días de hospitalización, el paciente inicia su recuperación en su casa para
volver a una actividad normal a los 20-30 días. Se comienza con la kinesiterapia el mismo día de la cirugía”, asegura el experto.